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Un proyecto político de reordenamiento mundial se lleva a cabo en paralelo con los cambios que promueve el megaespeculador George Soros. Los operadores del proyecto son antiguos militantes comunistas. Una verdadera cultura que desprecia los valores democráticos del planeta va creciendo.
El reciente derrocamiento del presidente de Georgia, Eduard Shevardnadze, ha llevado de nuevo a las primeras páginas al financiero multimillonario George Soros, como instigador de los acontecimientos en ese antiguo integrante de la desaparecida URSS. De inmediato han comenzado a circular comentarios de que el Open Society Institute, la fundación filantrópica establecida por George Soros, ha sido uno de los principales proyectistas del cambio de poder en la antigua república soviética.
En una entrevista concedida al periódico italiano La Stampa el 3 de diciembre último, Shevardnadze mismo acusó a Soros de estar detrás de su caída del poder.
De hecho, el Open Society Institute ha financiado los viajes de activistas políticos georgianos para aprender la experiencia del movimiento Otpor, que ayudó a derribar al dictador serbio Slobodan Milosevic. Según un reportaje del 26 de noviembre en el periódico canadiense Globe and Mail, la organización de jóvenes Kmara también recibió 500.000 dólares de la fundación en abril pasado, y simultáneamente comenzó una campaña de posters y graffiti atacando la corrupción del gobierno.
En el verano pasado, la fundación pagó los viajes a Georgia de activistas de Otpor, que impartieron cursos a más de 1.000 estudiantes sobre cómo llevar a cabo una revolución pacífica. La página Zenit.org documenta el fenómeno.
Movimiento Otpor
La fundación de Soros también financiaba una estación de Televisión popular, de la oposición que, según Globe and Mail, fue crucial para provocar la caída del poder de Shevardnadze. El mismo Soros, informaba el artículo, «mantiene una cálida relación con Mikhail Saakashvili», un abogado educado en Nueva York que desde entonces resultaba ser el favorito para las elecciones de enero de 2004.
Soros también se ha fijado como fin el ver a otro presidente fuera de su despacho: George Bush. «Es un objetivo central de mi vida», afirmaba Soros en un reportaje del 11 de noviembre del Washington Post. El financiero declaraba que ver a Bush derrotado en las próximas elecciones presidenciales es «una cuestión de vida o muerte».
El artículo se publicó después de que Soros anunciara una donación de 5 millones de dólares a MoveOn.org, una organización de activistas liberales. Esto elevó a 15,5 millones de dólares el total de sus contribuciones a la organización. Su interés en la política doméstica de Estados Unidos es reciente. Según el Washington Post, Soros aportó sólo 122.000 dólares, la mayoría para la causa de los candidatos demócratas en las elecciones del 2000.
Generosas donaciones
El Open Society Institute es, según las palabras de su informe anual para el 2002, «el marco de la red de fundaciones Soros, un grupo de fundaciones y organizaciones autónomas en más de 50 países». Según el reportaje, Soros fundó el Open Society Institute en 1993 para apoyar a sus fundaciones en Europa Central y del Este y en la ex Unión Soviética. En los últimos años, la red se ha expandido alcanzando África, Latinoamérica y el Caribe, Mongolia, el Sureste de Asia, Turquía y Estados Unidos.
En el pasado, la financiación por parte de Soros de iniciativas sociales radicales suscitaba interrogantes. Los números de febrero y abril del boletín del Capital Research Center, Foundation Watch, presentaban un resumen de esta financiación. Según la organización con sede en Washington, D.C., el Open Society Institute «es prodiga en donaciones a organizaciones y activistas políticas liberales de la Izquierda radical».
Basándose en los informes anuales de la fundación, el Capital Research Center detectó algunas donaciones en particular. Muchas de ellas implican a organizaciones y activistas políticos. Pero otros campos de interés incluyen la anticoncepción, el aborto y el feminismo.
De 1998 al 2003, el Open Society Institute destinó al menos 150 donaciones, valoradas en 31 millones de dólares, a programas a favor del aborto. Los principales beneficiarios incluyen a Planned Parenthood, que recibió casi un millón de dólares en el 2001. La National Abortion and Reproductive Rights Action League, ahora llamada NARAL Pro-Choice America, recibió 700.000 dólares para un programa de anuncios de televisión. Por su parte, el Center for Reproductive Law and Policy recibió 1,5 millones de dólares.
Otro campo de interés es la legalización de las drogas. Soros dio 4 millones de dólares durante los cinco años siguientes a 1994 al Lindesmith Center, descrito por la Foundation Watch como «un grupo de interés en la legalización de la marihuana». Hace tres años el Lindesmith Center se unió con otro organismo financiado por Soros, la Drug Policy Foundation, para formar la Drug Policy Alliance. En el 2000 el Open Society Institute dio cerca de 3,5 millones de dólares este último.
En los últimos años, Soros financió iniciativas de legalización de la marihuana en Arizona y California que fracasaron. Y otras organizaciones dedicadas a fomentar la relajación por el consumo de drogas, como Drug Strategies y la American Civil Liberties Union, han recibido donaciones multimillonarias.
La eutanasia es otro proyecto de Soros. Empezando en 1994, el Open Society Institute ayudó a financiar las actividades del Project on Death in America. En el 2000 la fundación concedió a la organización un donativo de 15 millones de dólares durante tres años. Según el Capital Research Center, «la meta de Soros es transformar las actitudes de los norteamericanos de cara a la muerte mediante la modificación previa de actitudes respecto del suicidio médico asistido». En el 2000 la fundación de Soros también financió el Death with Dignity National Center, con una suma de 100.000 dólares, y al Oregon Death with Dignity Legal Defense and Education Center, que recibió 75.000 dólares.
Este activismo continuó incansable en el 2003, según el informe anual de la fundación que presenta su página web. En total, los gastos de la red de fundaciones de Soros totalizaron 474 millones de dólares el año pasado. Algunas de las financiaciones emanaron de los ingresos directos de George Soros, mientras que otras derivaron de las entidades benéficas establecidas por la familia del especulador. Del total, sólo unos 90 millones de dólares fueron destinados a programas dentro de Estados Unidos.
En términos de sus actividades políticas en el extranjero, el Open Society Institute en su informe anual decía que «se haya implicada en actividades discretas limitadas en algunos de los más cerrados países de la tierra». La información sobre lo que esto pueda significar no está clara. «No proporcionamos información sobre estas actividades porque comprometería la seguridad de los sujetos con los que trabajamos», establece el informe. En cuanto a la actividad de la fundación en Georgia en el 2002, el informe establece que su financiación sumó los 5,3 millones de dólares.
El gasto en programas de salud reproductiva, implicando en muchos casos la promoción de la anticoncepción y el aborto, alcanzó en Estados Unidos en el 2002 los 5,5 millones de dólares. La actividad en esta área también es prioritaria en el extranjero, observa el informe. El documento lamenta los éxitos pro vida en países como Croacia, Letonia, Lituania y Eslovaquia. Como reacción a esto, el informe observaba que «en el 2002, se proporcionó financiación para consolidar la capacidad de defensa local y regional, especialmente en los países de la región donde se está minando el derecho al aborto».
Cambio de intereses
El reciente activismo político de la fundación es parte de una estrategia mayor de cambio en las prioridades de financiación del Open Society Institute. Un artículo en The Chronicle of Philanthropy, publicado el 27 de junio del 2002, informaba de una carta de Soros a los líderes benéficos que subrayaba sus planes de cambiar sus donaciones hacia temas de defensa y de la globalidad.
Los extractos de la carta publicada en el Chronicle of Philanthropy detallaban el papel de la fundación en los últimos años al ayudar en el periodo de transición en la antigua Unión Soviética. Ahora, afirmaba Soros, «nuestra nueva meta es fortalecer una sociedad global abierta».
Esto significa un cambio en la organización de la fundación. Según Soros: «Tiene que ser global en su alcance y tiene que ser capaz de tener impacto en cómo los gobiernos y las instituciones internacionales se conducen a sí mismos».
Según el Chronicle, Soros ha dado más de 3.800 millones de dólares desde 1982. Ahora planea reducir el gasto anual actual, de alrededor de 430 millones de dólares hasta cerca de 300 millones, para prolongar el periodo de vida de la fundación. El cambio también refleja una caída en los fondos de la fundación debido a la caída en los mercados financieros.
Dentro de Estados Unidos, el gasto de la fundación se concentrará en un tema: la justicia. Los programas financiados hasta ahora, como la política de drogas, eutanasia, aborto y anticoncepción serán eliminados gradualmente. Dado su historial, los observadores prestarán atención en los renglones donde Soros destina sus millones.
El Movimiento Cívico Militar Cóndor es un conjunto de hombres y mujeres que tienen por objetivo difundir el Pensamiento Nacional, realizar estudios Geopolíticos, Estratégicos y promover los valores de la Argentinidad.