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Guerra Cultural

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Michael Minnicino

La Escuela de Frankfurt: La Nueva Edad Oscura y Lo Políticamente Correcto - Parte I

Las personas de América del Norte y Europa Occidental aceptan ahora un nivel de fealdad en sus vidas diarias que es casi sin precedente en la historia de la civilización Occidental. La mayoría de nosotros nos hemos acostumbrado a eso, que la muerte de millones de inanición y la enfermedad nos provoca no más de un suspiro, o un murmullo de protesta. En nuestras propias calles de la ciudad, el hogar de las legiones de los sin casa ni hogar, son gobernado por Droga Inc., la industria más grande en el mundo, y en esas calles Americanas se matan unos a otros a una tasa no vistas desde las Edades Oscuras.

Al mismo tiempo, mil horrores más pequeños son tan comunes que pasan inadvertidos. Nuestros niños pasan tanto tiempo sentados delante de la televisión como en la escuela y miran con alegría, escenas de tortura y muerte que podrían haber asustado a un público en el Coliseo Romano. La música está por todas partes, casi inevitable - pero no eleva, ni incluso tranquiliza - araña las orejas y a veces escupe una obscenidad.

Nuestras artes plásticas son feas, nuestra arquitectura es fea, nuestra ropa es fea. Ha habido ciertamente periodos en la historia donde la humanidad ha vivido para tipos similares de embrutecimiento, pero nuestro tiempo es crucialmente diferente. Nuestra era posguerra-mundial II es la primera en la historia en que estos horrores son completamente evitables.

Nuestro tiempo es el primero en tener la tecnología y recursos para alimentar, alojar, educar, y emplear humanamente a cada persona en la tierra, no importa el crecimiento de población.

Todavía, cuando mostradas las ideas y probadas las tecnologías que pueden resolver los problemas más horrendos, la mayoría de las personas se retiran en la pasividad implacable. Nosotros no sólo nos hemos vuelto feos, sino impotentes. No obstante no hay ninguna razón, por la qué nuestra situación moral-cultural tuvo que legalmente o naturalmente volverse como esta, y no hay ninguna razón por la qué esta tiranía de fealdad deba continuar mucho más tiempo. Considere la situación, en los tempranos 1890's, hace sólo cien años.

En música, Claude Debussy estaba completando su Preludio a la Tarde de un Fauno, y Arnold Schönberg estaba empezando a experimentar con el atonalismo; al mismo tiempo, Dvorak estaba trabajando en su Novena Sinfonía, mientras Brahms y Verdi todavía vivían.

Edvard Munch estaba mostrando El Grito, y Paul Gauguin su Autorretrato con Halo, pero en América, Thomas Eakins todavía estaba pintando y enseñando. Mecanicistas como Helmholtz y Mach tuvieron las sillas de ciencia de las universidades, junto a los estudiantes de Riemann y Chantre. El Papa León XIII estaba promulgando De Rerum Novarum, así como las secciones de la Segunda Internacional Socialista estaban volviéndose terroristas, y preparándose para la guerra de clases. La creencia optimista que uno pudiera componer música como Beethoven, pintar como Rembrandt, estudiar el universo como Platón y Nicolás de Cusa, y cambiar la sociedad mundial sin violencia, estaba viva en los 1890 – sin duda, era débil, y en estado de sitio, pero escasamente estaba muerta.

Todavía, dentro de cortos veinte años, estas tradiciones Clásicas de la civilización humana habían sido casi barridas, y el Oeste se había comprometido en una serie de guerras de carnicería inconcebible. Lo que empezó hace casi cien años, era lo que podría llamarse un contra-Renacimiento. El Renacimiento de los decimoquinto y decimosextos siglos era una celebración religiosa del alma humana y la potencialidad de crecimiento de la humanidad.

La belleza en el arte no podría concebirse como algo menos de la expresión de los principios científicos más-avanzados, como queda demostrado por la geometría en que la perspectiva de Leonardo y el gran Domo de Brunelleschi de la Catedral de Florencia están basados. Las mentes más finas del día volvieron sus pensamientos a los cielos y las aguas poderosas, y trazaron el sistema solar y la ruta al Nuevo Mundo, planeando grandes proyectos para volver el curso de ríos para la mejora de la humanidad. Hace casi cien años, era como si una larga lista de chequeos detallados hubiera sido arrastrada, con todos los logros maravillosos del Renacimiento - cada uno para ser invertido.

Como parte de este movimiento "Nueva Era", como fue llamado entonces, el concepto del alma humana fue minado por la campaña intelectual más vociferante en la historia; el arte fue fuertemente separado de la ciencia, y la ciencia misma se hizo objeto de profunda sospecha.

El arte se hizo feo porque se decía que la vida se había convertido fea. El cambio cultural lejos de las ideas renacentistas que construyó el mundo moderno, se debió a una especie de francmasonería de la fealdad.

Al principio, fue una conspiración política formal para popularizar las teorías que fueron diseñadas para debilitar el alma de la civilización Judeo-cristiana de tal manera para hacer creer a las personas que la creatividad no era posible, que la adhesión a la verdad universal era evidencia de autoritarismo, y que la razón era sospechosa.

Esta conspiración estaba decisivamente en planeamiento y desarrollo, como medio de manipulación social, las nuevas inmensas industrias hermanas de la radio, televisión, cine, música grabada, anuncios, y registrando opinión y encuestas de opinión pública. La penetración psicológica de los medios de comunicación fue alimentada para crear la pasividad y pesimismo que hoy intencionalmente afligen a nuestras poblaciones. Tan exitosa fue esta conspiración que se ha empotrado en nuestra cultura; ya no necesita ser una "conspiración," porque ha tomado una vida propia. Sus éxitos no son discutibles - usted sólo necesita encender la radio o la televisión.

Incluso el nombramiento de un juez de la Corte Suprema se deforma en una novela erótica, con el público haciendo campaña desde las barandas por su personaje favorito.

Nuestras universidades, la cuna de nuestro futuro tecnológico e intelectual, han sido agobiadas por el estilo Comintern "Políticamente Correcto" de la Nueva Edad.

Con el derrumbe de la Unión Soviética, nuestros campus representan ahora la concentración más grande del dogma Marxista en el mundo. Los arranques juveniles irracionales de los 1960 se han institucionalizado en una "revolución permanente." Nuestra mirada de los profesores sobre sus hombros, esperando que el modo actual golpee antes de la denuncia de un estudiante destruya una vida de trabajo, y algunos usan cintas para sus conferencias por temor a las acusaciones de "insensibilidad" por parte de algunos enfurecidos "Guardia Roja".

Los estudiantes en la Universidad de Virginia solicitaron recientemente con éxito dejar caer el requisito de leer a Homero, Chaucer, y otro DEMS ("Varones Europeos Muertos") porque tales escritos son considerados etnocéntricos, falocéntricos, y generalmente inferiores al "más pertinente" Tercer Mundo, mujeres, o autores homosexuales.

Ésta no es la academia de una república; ésta es la Gestapo de Hitler y la NKVD de Stalin que desarraigan "los desviacionistas," y prohíben libros - la único cosa perdida es la hoguera pública. Nosotros tendremos que enfrentar el hecho que la fealdad que nosotros vemos alrededor de nosotros se ha criado conscientemente y organizado de tal manera, que una mayoría de la población está perdiendo la capacidad cognoscitiva de transmitir a la próxima generación, las ideas y métodos sobre los que nuestra civilización fue construida.

La pérdida de esa capacidad es el indicador primario de una Edad Oscura. Y, una nueva Edad Oscura es exactamente en lo que nosotros estamos. En tales situaciones, el registro de la historia es inequívoco: o nosotros creamos un Renacimiento - un renacimiento de los principios fundamentales en los que se originó la civilización - o, nuestra civilización muere.

I. La Escuela de Frankfurt: Intelectualidad bolchevique

El único, más importante componente orgánico de esta conspiración fue un tanque de pensadores comunistas llamado Instituto para la Investigación Social (ISR), popularmente conocido como la Escuela de Frankfurt. Inmediatamente después de los días temerarios de la Revolución bolchevique en Rusia, creyeron ampliamente que la revolución proletaria barrería momentáneamente desde los Urales en Europa y, finalmente, América del Norte. No lo hizo; los únicos dos intentos al gobierno de los obreros en el Oeste - en Munich y Budapest - sólo duró meses.

La Internacional Comunista (Comintern) por consiguiente empezó varias operaciones para determinar por qué esto era así. Un cosa así fue encabezada por Georg Lukacs, un aristócrata húngaro, el hijo de uno de los principales banqueros del Imperio de Habsburgo. Entrenado en Alemania y ya importante teórico literario, Lukacs se volvió comunista durante la Primera Guerra Mundial y escribió cuando él se unió al Partido, "¿Quién nos salvará de la civilización Occidental?"

Lukacs estaba bien adaptado a la tarea del Comintern: él había sido uno de los Comisarios de Cultura durante el efímero soviet húngaro en Budapest en 1919; de hecho, los historiadores modernos unen la brevedad del experimento de Budapest a Lukacs ordenando enseñar educación sexual en las escuelas, acceso fácil a los anticonceptivos, y aprobar leyes de divorcio - todos los cuales fueron revulsivos de la población católico romana de Hungría.

Huyendo a la Unión Soviética después de la contra-revolución, Lukacs fue en secreto a Alemania en 1922, donde él presidió una reunión de sociólogos e intelectuales orientados a lo comunista. Esta reunión fundó el Instituto para Investigación Social. Durante la próxima década, el Instituto funcionó para lo que debía volverse la operación de guerra psicológica más exitosa de Comintern contra el Oeste capitalista.

Lukacs identificó que cualquier movimiento político capaz de llevar el Bolchevismo al Oeste tendría que ser, en sus palabras, "demoníaco"; tendría a "poseer el poder religioso que es capaz de rellenar el alma entera; un poder que caracterizaba a la Cristiandad primitiva." Sin embargo, Lukacs sugirió, que tal movimiento político "mesiánico" sólo podría tener éxito cuando el individuo cree que su o sus acciones son determinadas por "no un destino personal, sino el destino de la comunidad" en un mundo "que ha sido abandonado por Dios [énfasis agregado -MJM]."

El Bolchevismo funcionó en Rusia porque esa nación estaba dominada por una forma gnóstica peculiar de la Cristiandad, tipificada por los escritos de Fyodor Dostoyevsky.

"El modelo para el nuevo hombre es Alyosha Karamazov," dijo Lukacs y se refirió al personaje de Dostoyevsky que de buena gana entregó su identidad personal a un santo varón, y así dejó de ser "único, puro, y por consiguiente abstracto." Este abandono de la singularidad del alma también resuelve el problema de "las fuerzas diabólicas que acechan en toda la violencia", qué deben ser desatadas para crear una revolución.

En este contexto, Lukacs citó la sección del Gran Inquisidor de Los Hermanos Karamazov de Dostoyevsky, notando que el Inquisidor que está interrogando a Jesús, ha resuelto el problema del bien y el mal: una vez que el hombre ha entendido su alienación de Dios, entonces cualquier acto en el servicio del "destino de la comunidad" está justificado; tal acto ni puede ser "crimen ni locura.... el crimen y locura son objetivaciones de las personas sin hogar trascendental."

Según un testigo ocular, para preparar las listas para la escuadra de fusilamiento, Lukacs citaría a menudo al Gran Inquisidor durante las reuniones de la dirección soviética húngara en 1919:

"Y somos nosotros quién por su felicidad, hemos tomado sus pecados sobre nosotros, nosotros mismos, estamos de pie ante ti y decimos, 'Júzguenos si usted puede y si se atreve.'"

El Problema del Génesis

Lo que diferenció al Oeste de Rusia, lo identificó Lukacs, fue una matriz cultural Judeo-cristiana que dio énfasis a la singularidad y santidad del individuo de la cual Lukacs abjuró. En su centro, la ideología Occidental dominante mantuvo que el individuo, a través del ejercicio de su razón, podría discernir la Voluntad Divina en una relación no mediada. Lo que era peor desde del punto de vista de Lukacs: era que esta relación razonable necesariamente implicaba que el individuo puede y debe cambiar el universo físico en búsqueda del Bien; que el Hombre debe tener dominio sobre la Naturaleza, como esta declarado en el mandamiento Bíblico del Génesis.

El problema era, que en tanto el individuo tuviera la creencia - o incluso la esperanza de la creencia - que su chispa divina de razón podría resolver los problemas que enfrenta la sociedad, entonces esa sociedad nunca alcanzaría el estado de desesperación y alienación que Lukacs reconoció como el requisito previo necesario para la revolución socialista. La tarea de la Escuela de Frankfurt, entonces, era primero, minar el legado Judeo-cristiano para una "abolición de cultura" (Aufhebung der Kultur en alemán de Lukacs); y, segundo, determinar nuevas formas culturales que aumentarían la alienación de la población y crearían así un una "nueva barbarie".

Para esta tarea, allí reunieron alrededor de la Escuela de Frankfurt, un increíble surtido de no sólo comunistas, sino también socialistas sin partido, fenomenologistas radicales, sionistas,  renegados freudianos, y por lo menos unos miembros de un auto-identificado "culto de Astarte."

La variada membresía refleja, hasta cierto punto, el patrocinio: aunque el Instituto para Investigación Social empezó con apoyo del Comintern, durante las próximas tres décadas sus fuentes de fondos incluyeron varias universidades alemanas y americanas, la Fundación Rockefeller, Columbia Broadcasting System, el Comité Judío Americano, varios servicios de inteligencia americanos, la Oficina del Alto Comisionado Americano para Alemania, la International Labour Organization, y el Hacker Institute, una clínica psiquiátrica de lujo en Beverly Hills.

Del mismo modo, las lealtades políticas del Instituto: aunque el personal tope mantuvo lo que podría llamarse una relación sentimental a la Unión Soviética (y hay evidencia por la que algunos de ellos trabajaron para la inteligencia soviética en los 1960), el Instituto vio sus metas como más altas que las de política extranjera rusa. Stalin, que estaba horrorizado con la operación rebelde, "cosmopolita" preparada por sus predecesores, cortó el Instituto en los finales 1920, empujando a Lukacs a "la autocrítica," y encarcelándolo brevemente como un simpatizante alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Lukacs sobrevivió para subir brevemente a su viejo puesto como Ministro de Cultura durante el régimen anti-estalinista de Imre Nagy en Hungría.

De las otras figuras tope del Instituto, son típicos las pre-ambulaciones políticas de Herbert Marcuse. Él empezó como comunista; se volvió un protégé del filósofo Martin Heidegger aún cuando este último se unió al Partido Nazi; vino a América, trabajó para la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) de la Segunda Guerra Mundial, y después se hizo analista tope del Departamento de Estado americano de política soviética durante lo alto del periodo de McCarthy; en los 1960, él cambió de nuevo, para volverse el gurú más importantes de la Nueva Izquierda; y él acabó sus días ayudando a fundar al activista ultra ecológico Partido Verde en Alemania Occidental.

En toda esta aparente incoherencia de posiciones cambiantes y contradictorias de financiación, no hay ningún conflicto ideológico. El invariante es el deseo de todas las partes a responder a la pregunta original de Lukács: "¿Quién nos salvará de la civilización occidental?

Theodor Adorno and Walter Benjamin

Quizás el más importante, si menos-conocido, de los éxitos de la Escuela de Frankfurt fue la formación de los medios de comunicación electrónicos de radio y televisión en los instrumentos poderosos de control social que ellos representan hoy. Esto creció originalmente del trabajo hecho por dos hombres que vinieron al Instituto a fines de los 1920, Theodor Adorno y Walter Benjamín.

Después de completar sus estudios en la Universidad de Frankfurt, Walter Benjamín planeó emigrar a Palestina en 1924 con su amigo Gershom Scholem (quién después se volvió un de los filósofos más famosos de Israel, así como el principal del Judaísmo gnóstico), pero fue impedido por una aventura amorosa con Asja Lacis, actriz letona y periodista independiente  del Comintern.

Lacis lo sacudió en la isla italiana de Capri, un centro del culto del tiempo del Emperador Tiberio, entonces usada como una base de entrenamiento del Comintern que; el hasta aquí apolítico Benjamín le escribió a Scholem desde Capri que él había encontrado "una liberación existencial y una visión intensiva en la realidad de comunismo radical."

Lacis llevó a Benjamín después a Moscú para adoctrinamiento extenso, donde él se encontró al dramaturgo Bertolt Brecht con quien él empezaría una larga colaboración; poco después de esto, mientras trabajaba en la primera traducción alemana del poeta francés Baudelaire entusiasta de la droga, Benjamín empezó la experimentación seria con alucinógenos. En 1927, él estaba en Berlín como parte de un grupo liderado por Adorno, estudiando los trabajos de Lukacs; otros miembros del grupo de estudio incluyeron a Brecht y su compositor-socio Kurt Weill; Hans Eisler, otro compositor que se volvería compositor de películas de Hollywood y coautor después con Adorno del libro de texto para la Película Composición; el fotógrafo vanguardista Imre Moholy-Nagy; y el conductor Otto Klemperer.

De 1928 a 1932, Adorno y Benjamín tenían una colaboración intensiva al final de la que ellos empezaron publicando artículos en el periódico del Instituto, el Zeitschrift fõr Sozialforschung.

Benjamín fue mantenido en los márgenes del Instituto, principalmente debido a Adorno, que después de apropiaría de mucho de su trabajo.

Cuando Hitler llegó al poder, el personal del Instituto huyó, pero, considerando que la mayoría estaba rápidamente llendo a los nuevos despliegues en EEUU e Inglaterra, no hubo ninguna oferta de trabajo para Benjamín, probablemente debido al animadversión de Adorno. Él fue a Francia, y, después de la invasión alemana, huyó a la frontera española; esperando el arresto momentáneo por la Gestapo, él se desesperó y se murió en un oscuro cuarto de hotel de una sobredosis de droga auto-administrada.

El trabajo de Benjamín permaneció casi completamente desconocido hasta 1955, cuando Scholem y Adorno publicaron una edición de su material en Alemania. El reavivamiento pleno ocurrió en 1968, cuando Hannah Arendt, la ex amante de Heidegger y una colaboradora del Instituto en América, publicó un gran artículo sobre Benjamín en la revista New Yorker, siguiendo el mismo año las primeras traducciones al ingles de su trabajo. Hoy, cada librería universitaria del país cuenta con una plataforma completa dedicada a  las traducciones de cada trozo que Benjamín escribió, más la exégesis, todas con fechas de derechos de propiedad literaria de los 1980.

Adorno era más joven que Benjamín, y tan agresivo como el hombre más viejo era pasivo. Teodoro Wiesengrund-Adorno nació en una familia de Córcega, a él se le enseñó piano a una edad temprana por una tía que vivió con la familia y había sido el acompañante de concierto de la estrella de la ópera internacional Adelina Patti.

Generalmente se pensó que Theodor se haría músico profesional, y él estudió con Bernard Sekles, el maestro de Paul Hindemith. Sin embargo, en 1918, mientras todavía un estudiante del gimnasio, Adorno se encontró con Siegfried Kracauer. Kracauer era parte de un salón Kantiano-sionista que se encontraba en la casa del Rabino Nehemiah Nobel en Frankfurt; otros miembros del círculo de Nobel incluían al filósofo Martin Buber, el escritor Franz Rosenzweig, y dos estudiantes, Leo Lowenthal y Erich Fromm. Kracauer, Lowenthal, y Fromm se unirían al ISR dos décadas después.

Adorno comprometió a Kracauer para enseñarle la filosofía de Kant; Kracauer también le presentó los escritos de Lukacs y a Walter Benjamín que estaba alrededor de la pandilla de Nobel.

En 1924, Adorno se mudó a Viena, para estudiar con los compositores atonalistas Alban Berg y Arnold Schönberg, y se conectó al círculo vanguardista y oculto alrededor del viejo marxista Karl Kraus.

Aquí, él no sólo se encontró a su futuro colaborador, Hans Eisler, sino también entró en contacto con las teorías del extremista freudiano Otto Gross. Gross, un adicto a la cocaína de larga-data, había muerto en un canal de Berlín en 1920, mientras estaba en su camino de ayudar la revolución en Budapest; él había desarrollado la teoría que sólo podría lograrse la salud mental para el reavivamiento del antiguo culto de Astarte que barrería al monoteísmo y la "familia burguesa."

Salvando la estética Marxista

Para 1928, Adorno y Benjamín habían satisfecho su pasión intelectual por los viajes, y se establecieron en el ISR en Alemania para hacer algún trabajo. Como sujeto, ellos escogieron un aspecto del problema propuesto por Lukacs: cómo dar a la estética una base firmemente materialista. Era una pregunta de un poco de importancia, en el momento.

Las discusiones soviéticas oficiales de arte y cultura, con sus giros salvajes en "realismo socialista" y "proletkult," eran idiotas, y sólo sirvieron para desacreditar la demanda del Marxismo a la filosofía entre los intelectuales. Los propios escritos de Karl Marx sobre el asunto eran vagos y triviales, en el mejor de los casos.

En esencia, el problema de Adorno y Benjamín era Gottfried Wilhelm Leibniz. Al principio del decimoctavo siglo, Leibniz había borrado el dualismo gnóstico de un siglo de viejo que dividía mente y cuerpo una vez más, demostrando que la materia no piensa. Un acto creativo en el arte o la ciencia aprehende la verdad del universo físico, pero no es determinado por ese universo físico.

Concentrando auto-conscientemente el pasado en el presente para efectuar el futuro, el acto creativo, propiamente definido, es tan inmortal como el alma que prevé el acto. Esto tiene implicancias filosóficas fatales para el Marxismo que descansa completamente en la hipótesis que la actividad mental está determinada por las relaciones sociales excretadas por la producción de la humanidad de su existencia física.

Marx esquivó el problema de Leibniz, como lo hicieron Adorno y Benjamín, aunque el último lo hizo con mucho más encanto. Esto es equivocado, dijo Benjamín en sus primeros artículos sobre el asunto, para empezar con lo razonable, suponiendo a la mente como la base del desarrollo de la civilización; éste es un legado infortunado de Sócrates.

Como alternativa, Benjamín propuso una fábula Aristotélica en interpretación del Génesis: asumir que el Edén se le dio a Adán como el estado físico primordial. El origen de ciencia y filosofía no descansa en la investigación y dominio de naturaleza, sino en el nombrar los objetos de la naturaleza; en el estado primordial, nombrar una cosa era decir todo lo que había que decir sobre esa cosa.

En apoyo de esto, Benjamín re-llamó cínicamente las líneas de apertura del Evangelio según  San Juan, evitando cuidadosamente el griego más filosóficamente amplio, y prefiriendo la Vulgata (así, en la frase "en principio era la Palabra," las connotaciones de los palabra logos (logos griego original) - hablar, razonar, raciocinio, traducido como "Palabra" – se sustituyen por el sentido estricto de la palabra en latín verbum.

Después de la expulsión del Edén y el requisito de Dios de que Adán coma su pan ganado por el sudor de su frente (la metáfora marxista de Benjamín para el desarrollo de las economías), y la maldición extensa de Dios de Babel sobre Nimrod (es decir, el desarrollo de estados nación con idiomas distintos que Benjamín y Marx vieron como un proceso negativo distante del "comunismo primitivo" de Edén), la humanidad se volvió "extraña" desde el mundo físico.

Así, continuó Benjamín, los objetos todavía emiten un "aura" desde su forma primordial, pero la verdad es ahora desesperadamente huidiza. De hecho, discurso, idioma escrito, arte, creatividad en si - por la cual nosotros dominamos físicamente - meramente lleva más allá el alejamiento intentando, en la jerga Marxista, incorporar objetos de la naturaleza en las relaciones sociales determinados por la estructura de clase dominante en ese punto en la historia.

El artista creativo o un científico, por lo tanto, es un buque, al igual que el rapsoda Ion como él mismo se describe a Sócrates, o como una moderna "teoría del caos" aboga: el acto creativo nace producto de la mezcolanza de la cultura como por arte de magia. Cuanto más ese hombre burgués intenta llevar lo que él piensa sobre un objeto, menos verdadero él se vuelve; o, en una de las más citadas declaraciones de Benjamín, "La Verdad es la muerte de la intención."

Este pase-de-manos filosófico permite a uno hacer varias cosas destructivas. Haciendo a la creatividad históricamente-específica, usted le roba a ambas la inmortalidad y moralidad. No se puede hipotetizar  la verdad universal, o la ley natural, porque la verdad es completamente relativa al desarrollo histórico. Desechando la idea de verdad y error, usted puede tirar también el "obsoleto" concepto de bien y mal; usted está, en palabras de Friedrich Nietzsche, "más allá del bien y el mal."

Benjamín es capaz, por ejemplo, de defender lo que él llama el "Satanismo" de los Simbolistas franceses y sus sucesores surrealistas, porque en el centro de este Satanismo

"uno encuentra el culto del mal como un dispositivo político... desinfectar y aislar contra todo diletantismo moralizador" de la burguesía. Para condenar el Satanismo de Rimbaud como malo, es tan incorrecto como exaltar un cuarteto de Beethoven o un poema de Schiller como bueno; para ambos los juicios son ciegos a las fuerzas históricas que trabajan inconscientemente en el artista. Así, nos dicen, la final estructura del coro de Beethoven estaba esforzándose por ser atonal, pero Beethoven no podría conscientemente escaparse de romper con el mundo estructurado del Congreso de Viena Europa (la tesis de Adorno); semejante, Schiller realmente quiso declarar que la creatividad era la liberación de lo erótico, pero como un verdadero hijo del Iluminismo e Immanuel Kant, él no podría hacer la renuncia requerida de la razón (la tesis de Marcuse).

La Epistemología se vuelve una relación pobre de la opinión pública, desde que el artista no crea trabajos conscientemente en orden a elevar la sociedad, sino en cambio inconscientemente transmite las asunciones ideológicas de la cultura en la que él nació. El problema no es más lo que es universalmente verdad, pero lo que puede ser interpretado verosímilmente por los guardianes auto-elegidos del Zeitgeist.

"Los Malos Nuevos Días"

Así, para la Escuela de Frankfurt, la meta de una élite cultural en la moderna era "capitalista" debe ser despojar la creencia que el arte deriva de la emulación conciente de Dios el Creador; "la iluminación religiosa," dice Benjamín, deberá mostrarse "residir en una iluminación profana, una inspiración materialista, antropológica a la que el hachich, opio, o cualquiera sea pueden dar una lección introductoria."

Al mismo tiempo, deben encontrarse nuevas formas culturales para aumentar la alienación de la población, en orden a da a entender cuan alienado es vivir sin socialismo. "No construir sobre los viejos días buenos, sino sobre los nuevos malos," dijo Benjamín.

La dirección apropiada en pintura, por consiguiente, es entonces tomada por el último Van Gogh que empezó a pintar objetos en desintegración con el equivalente del ojo de un fumador de hachich que "suelta e incita cosas fuera de su mundo familiar."

En música, "no se sugiere que uno hoy pueda componer mejor" que Mozart o Beethoven, dijo Adorno, pero hay que componer atonalmente, por el atonalismo está enfermo, y "la enfermedad, dialécticamente, es al mismo tiempo la cura... La protesta de la reacción extremadamente violenta que la tal música confronta en la sociedad presente... parece sugerir no obstante que la función dialéctica de esta música ya puede sentirse... negativamente, como 'destrucción.'"

El propósito del arte moderno, literatura, y música debe ser destruir el ascenso - por consiguiente, burgués - potencial del arte, literatura, y música, así el hombre, privado de su conexión a lo divino, ve su única opción creativa en la revuelta política.

"Organizar el pesimismo no significa ninguna otra cosa que expulsar a la metáfora moral de la política y descubrir en la acción política una esfera reservada al cien por ciento para las imágenes."

Así, Benjamín colaboró con Brecht para trabajar estas teorías en forma práctica, y su esfuerzo conjunto culminó en el Verfremdungseffekt ("efecto de alienación"), el esfuerzo de Brecht por escribir sus obras para hacer que el público salga de cine desmoralizado y enojado sin rumbo.

Lo Políticamente Correcto

El análisis Adorno-Benjamín representa casi toda la base teórica de todas las tendencias estéticas políticamente correctas que ahora plagan nuestras universidades. El Post-estructuralismo de Roland Barthes, Michel Foucault, y Jacques Derrida, la Semiótica de Umberto Eco, el Deconstruccionismo de Paul DeMan, todos citan abiertamente a Benjamín como la fuente de su trabajo.

El best-seller del terrorista italiano Eco, El Nombre de la Rosa, es poco más de un himno a Benjamín; DeMan, el ex nazi colaborador en Bélgica que se hizo un prestigioso profesor de Yale, empezó su carrera traduciendo a Benjamín; la infame declaración de 1968 de Barthes que "[el autor] está muerto," significa como una elaboración del dictamen de Benjamín sobre la intención.

Benjamín en realidad ha sido llamado el heredero de Leibniz y de Wilhelm von Humboldt, el colaborador del filólogo de Schiller cuyas reformas educativas engendraron el tremendo desarrollo de Alemania en el siglo decimonono.

Así tan recientemente como septiembre de 1991, el Washington Post se refirió a Benjamín como "el más fino teórico literario alemán del siglo (y muchos habrían dejado fuera ese calificativo alemán)."

Los lectores indudablemente han oído una u otra historia de horror sobre cómo un Departamento de Estudios Afro-americanos ha procurado una prohibición sobre Otelo, porque es "racista," o cómo una profesora feminista radical disertó en una Asociación del Idioma Moderno que encuentra a las brujas como las "verdaderas heroínas" de Macbeth. Estas atrocidades ocurren porque los perpetradores pueden demostrar verosímilmente, en la tradición de Benjamín y Adorno, que el intento de Shakespeare es irrelevante; lo que es importante, es el "subtexto" racista o falo-céntrico del que Shakespeare era inconsciente cuando él lo escribió.

Cuando los locales Women's Studies o Departamento de Estudios del Tercer Mundo organizan a los estudiantes para abandonar los clásicos a favor de los autores negros modernos y feministas, las razones dadas son puro Benjamín. ¡No es que estos escritores modernos son mejores, sino ellos son de algún modo más verdaderos porque su prosa alienada refleja los problemas sociales modernos de los que los autores más viejos eran ignorantes!

Está enseñándose a los estudiantes que el idioma es, como dijo Benjamín, meramente una conglomeración de "nombres" falsos encajados en la sociedad por sus opresores, y se advierte contra "el logocentrismo," la sobre-confianza burguesa en las palabras. Si estas payasadas de campus aparecen "con retraso" (en palabras de Adorno), se debe a que están diseñadas para ser.

El descubrimiento más importante de la Escuela de Frankfurt consiste en la realización que sus monstruosas teorías pudieran volverse dominantes en la cultura, como resultado de los cambios provocados en la sociedad, por lo que Benjamín llamó "la edad de reproducción mecánica del arte."

II. El Establishment se hace bolchevique: el "Entretenimiento" Reemplaza al Arte

Antes del vigésimo siglo, la distinción entre arte y "entretenimiento" era mucho más pronunciada. Uno podría ser entretenido por el arte, ciertamente, pero la experiencia era activa, no pasiva. En el primer nivel, uno tenía que hacer una opción consciente para ir a un concierto, ver una cierta exhibición de arte, comprar un libro o una partitura de pieza de música. Es poco probable que más que una fracción infinitesimal de la población tuviese la oportunidad de ver El Rey Lear o escuchar la Novena Sinfonía de Beethoven más de una vez o dos veces en la vida

El arte demandó que uno traiga un de los plenos poderes de concentración y conocimiento del tema a tener en cada experiencia, o bien la experiencia se consideraba gastada. Éstos eran los días cuando la memorización de la poesía y las obras, y la reunión de amigos y familia para un "el concierto de salón," era la norma, incluso en las casas rurales. Éstos también eran los días antes de la "apreciación de la música"; cuando uno estudiaba música, como tantos hicieron, ellos aprendieron a tocarla, no a apreciarla.

Sin embargo, las nuevas tecnologías de radio, filmes, y música grabada representó, usar la palabra marxista de moda apropiada, un potencial dialéctico. En una mano, estas tecnologías ofrecieron la posibilidad de llevar las más grandes obras de arte a millones de personas que por otra parte no tendrían acceso a ellas. Por el otro, el hecho que la experiencia era infinitamente reproducible podría tender a desconectar la mente del público, hacer la experiencia menos sagrada, aumentando así la alienación. Adorno llamó este proceso, "desmitificación".

Esta nueva pasividad, supuso Adorno en un artículo crucial publicado en 1938, podría fracturar una composición musical en partes de "entretenimiento" que serían un "fetiche" en la memoria del oyente, y las partes difíciles, las cuales serían olvidadas. Adorno continua:

La contrapartida del fetichismo es una regresión de la escucha. Esto no significa una recaída de la escucha individual en una fase anterior de su propio desarrollo ni un declive en el nivel general colectivo, ya que los millones que se alcanzaron musicalmente por primera vez por la comunicación de masas de hoy en día no se puede comparar con las audiencias del pasado

Por el contrario, es la escucha contemporánea qué ha retrocedido, detenida en una fase infantil. No solo los sujetos que escuchan pierden, junto con la libertad de opción y responsabilidad, la capacidad para la percepción consciente de la música.... [ ] ellos fluctúan entre los olvidos comprensivos y los buceos súbitos en el reconocimiento. Ellos escuchan atomísticamente y disocian lo que ellos oyen, pero precisamente en esta disociación ellos desarrollan ciertas capacidades que concuerdan menos con los conceptos tradicionales de estética que con aquéllos de fútbol o automóvilismo.

Ellos no son infantiles... pero ellos son como niños; su primitivismo no es la de los no desarrrollados, sino ese del fuertemente detenido. [énfasis agregado]

Este retraso conceptual y precondicional causado por escuchar, sugirió que la programación pudiera determinar la preferencia. El mismo acto de tocar, digamos, un numero de Benny Goodman al lado de una sonata de Mozart en la radio, tendería a amalgamar ambas en entretener con "música-en-la-radio" en la mente del oyente. Esto significó que incluso las ideas nuevas y desagradables al gusto podrían volverse populares por "repetición" de ellas para homogeneizar la industria de la cultura universal. Como Benjamín lo dice,

La reproducción mecánica del arte cambia la reacción de las masas hacia el arte. La actitud reaccionaria hacia una pintura de Picasso cambia en una reacción progresiva hacia una película de Chaplin. La reacción progresiva es caracterizada por la fusión directa, íntima del goce visual y emocional con la orientación del experto.... Con respecto a la pantalla, las actitudes críticas y receptivas del público coinciden. La razón decisiva para esto son las reacciones individuales predeterminadas por la respuesta del público en masa que ellos están a punto de producir, y esto se pronuncia en ninguna otra parte más que en la película.

Al mismo tiempo, podría usarse el poder mágico de los medios de comunicación para re-definir ideas anteriores. "Shakespeare, Rembrandt, Beethoven todos harán films," concluyó Benjamín y cita al pionero Abel Gance en la película francesa,"... todas las leyendas, todas las mitologías, todos los mitos, todos los fundadores de religiones, y las mismas propias religiones... esperan su resurrección expuesta."

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El Movimiento Cívico Militar Cóndor es un conjunto de hombres y mujeres que tienen por objetivo difundir el Pensamiento Nacional, realizar estudios Geopolíticos, Estratégicos y promover los valores de la Argentinidad.

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