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Edgar Schmid

Brzezinski y la próxima guerra contra Iran, Parte I

El 1 de febrero, Zbignieb Brzezinski compareció ante el Comité del Senado de Estados Unidos e hizo una declaración sorprendentemente crítica y opositora a la acción estratégica del gobierno Bush en Medio Oriente en particular y Eurasia en general.
 
Los analistas políticos de Argentina no dijeron mucho, y en la edición de Página 12 del 11 de febrero, el artículo de Juan Gelman demuestra que la izquierda argentina sigue sin comprender (1), en cuanto a estrategia imperial, las múltiples variables que hoy están en conflicto en el sociograma de la “globalización”, y muchas veces esta izquierda se mueve con pautas de la Guerra Fría I que eran un juego de niños en comparación con la actual Guerra Fría II. Como muchas veces en nuestra izquierda, hay mucha ideología pero poco análisis geopolítico. La cosa es grave y compleja y si no se desarrolla un lenguaje que permita comprender esa complejidad estamos en peligro, porque es muy posible que para el 11 de abril estalle una guerra que pueda hasta tener las consecuencias demográficas de una Guerra de los Treinta Años.
 
En el mundo de hoy, los argentinos nos movemos con un lenguaje polisémico, impreciso y por ello ni pensamos ni estamos muy preparados para enfrentar los peligros que se avecinan. La actual Guerra Fría II es mucho más compleja y dinámica que la I , sus actores estratégicos tienen mucho más facetas de las que nos informa la prensa, y estas no sólo son contradictorias sino hasta antagónicas. Si se dice por ejemplo musulmán, pregunte ¿cuántas clases de musulmanes? ¿shiitas y sunitas? Porque si hablamos de “shiitas” hay que preguntar: ¿los de Irak, los del Líbano o los de Irán? Aún diciendo los de Irak, hay que preguntar: ¿los de Muqtada al-Sadr o los de Alí al-Sistani? Porque sus posiciones frente a la ocupación de Estados Unidos son muy distintas.
 
Si hablamos de los de Irán hay que preguntar: ¿el “shiismo rojo” de Ali Shaktiari (2) y Ahmedinejad o el “shiismo negro” del bazar burgués? Porque en este momento las medidas de bloqueo de Estados Unidos dentro de Irán, entre otras cosas están desatando una inflación que afecta a las clases pobres -los shiítas rojos de Ahmedinejad- mientras la CIA está complotando con los “shiitas negros” del bazar burgués para que a su vez se quejen a los clérigos “moderados” y éstos a los generales para dar un golpe como el que dieron a Mohamed Mossadegh en 1953. Pero como está la Guardia Islámica -300.000 shiitas rojos- eso puede ser hasta una guerra civil.
 
Tampoco diga solo “sunnitas” porque alguien le va a decir que el rey de Arabia es sunnita, pero wahhabi, mientras que Bin Laden es sunnita pero salafi, y que donde se ven se matan entre ellos. Los wahhabi son aliados estratégicos de primera línea para Estados Unidos Su acuerdo en 1974 con el secretario del Tesoro Paul Blumenthal (judío), permitió que la OPEP adoptara el dólar como moneda de intercambio cuando Nixon había eliminado el respaldo en oro. El dólar como moneda obligatoria para compra de petróleo es una de las razones por las cuales se mantiene el valor artificial del dólar, y como denunció Fidel Castro en la universidad de Córdoba en julio de 2006, “es un imperio que se mantiene con papeles impresos y sin valor.”
 
Si los Estados Unidos necesitan a los wahhabi, no significa que desechen a los salafi de Bin Laden: ya los emplearon en Bosnia, Kosovo y actualmente en Chechenia para crearle un conflicto a Rusia. Además hay sunnitas pero que no son ni wahhabis no salafis, como los gobiernos de Egipto, Jordania y Pakistán, que en esto juegan y muy fuerte, pero eso, como decía el paisano, “es enquilombau como almacén de turco”
 
Al “Zbig” no lo subestimen. Los hermanos Rockefeller no le dan la organización de la Trilateral a ningún pavo. Fue el primero que encontró el punto débil de los soviéticos cuando los yanquis no sabían cómo resolver lo de Vietnam. Para “Zbig” lo principal de la estrategia no es la guerra sino la ventaja tecnológica. La guerra, como hizo con URSS en Afganistán, es para “empantanar” al otro mientras uno sigue corriendo, no para “empantanarse” uno en Irak mientras los otros siguen corriendo.
 
Y segundo, para “Zbig” el premio mayor está en Eurasia, y ninguno de los países de la Trilateral está en Eurasia. Eurasia es algo que deben “cazarlo” entre todos, es muy grande hasta para Estados Unidos Hay que tener cuidado con “Zbig” porque no habla por sí,  habla por David Rockefeller y el senador Jay Rockefeller es el presidente del Comité de Inteligencia del Senado.
 
Acá es posible que haya habido una maniobra -al margen de Rockefeller- y donde intervinieron la derecha israelí, los neocons, la derecha cristiana de Estados Unidos (pro-sionista), “nacionalistas” agresivos como Rumsfeld, petroleros menores que quedaban al margen de los repartos como Cheney, por supuesto el lobby industrial-militar que nunca desdeña una guerra, no importa cómo esto perjudique a Estados Unidos, una montaña de intereses que se le fue de control al CFR y a la Trilateral : vieron la posibilidad de quedarse ellos con el petróleo de Irak -marginando a franceses de Total (y alemanes detrás), a rusos (Yukos Oil) y chinos (National Oil).
 
Dentro de Estados Unidos ya hay un enfrentamiento muy complejo donde ya no sirven las categorías Demócrata-Republicano, porque hay demócratas pro-guerra y republicanos anti-guerra. No sirven estas categorías porque, desde el principio la guerra se hizo para que “calce como un guante” a la estrategia de Israel, que no es la de la Trilateral.
 
Es una guerra muy compleja que se libra en muchos planos. En el plano financiero está la hegemonía del dólar que empieza a ser cuestionada como moneda de reserva, y que ya se está jugando en la “interna” de los bancos centrales de Basilea. Y Estados Unidos está peleando sobre una burbuja artificial que se puede pinchar en la medida en que chinos, rusos y otros comiencen a retirarse del dólar para pasar a otras reservas. Estados Unidos tiene el 25% del PBI mundial pero los 2/3 del comercio del mundo se hacen en dólares. Es una moneda sobre-representada.
 
Detrás del valor del dólar, que es político y no económico, hay una economía decadente que no justifica el valor de su moneda. En 1973, cuando se retiraron de Vietnam, eran el primer acreedor mundial. Hoy tienen la mayor deuda externa u$s 8.9 billones. En 1973 su gasto fiscal estaba equilibrado. Hoy tiene un déficit superior a los u$s 800.000 millones. En 1973 tenía la mayor balanza comercial en cuanto a productos industriales. Hoy tiene un déficit de u$s 860.000 millones. En 1973 era dependiente del petróleo extranjero en un 30%. Hoy depende en un 65%.   
 
Si cualquier país del Tercer Mundo tuviera deficiencias proporcionales a esa, el FMI y el Banco Mundial no dudarían en aplicarle durísimos medidas de austeridad como nunca se conocieron en el Tercer Mundo desde 1944. Pero Estados Unidos es el único país del mundo ¡que tiene deuda externa en su propia moneda! Cuando tiene déficit, no vacila en hacer funcional la máquina de imprimir, y para sostener el valor de los nuevos billetes, lanza Bonos de Tesorería que entre otros, chinos, japoneses, coreanos y sauditas, compran para poder seguir vendiendo al mercado de Estados Unidos
 
Las reservas del Banco Central de China ya llegaron al billón de dólares en billetes y bonos. Los chinos ya anunciaron en diciembre el “¡no va más!” y que no pensaban ahorrar un dólar más. En enero anunciaron el cambio de un 20% de reservas de dólares para pasar a una “canasta de monedas” no dólar, lo cual atenta contra el valor del dólar –y una inflación- en un momento en que Estados Unidos arriesga una guerra en Medio Oriente, lugar desde donde China y Japón traen gran parte de su petróleo.
 
China y Japón son los grandes acreedores de Estados Unidos con u$s 875.000 millones y u$s 853.000 millones respectivamente. Pero a su vez entre ellos tienen un comercio gigantesco y creciente y se han preguntado “¿por qué entre nosotros tenemos que comerciar en dólares?” y para el actual 2007, han renunciado al dólar como moneda de intercambio, lo cual valorizaría al yen y al yuan en relación al dólar.
 
Pero no sólo ellos, sino que coreanos y taiwaneses también adhieren a la idea, y los cuatro países empiezan a trabajar en la “Unidad Monetaria Asiática” (ACU), una moneda de intercambio inter-asiática que también serviría para créditos bancarios, desplazando otra vez al dólar. Y así de a poco se va produciendo el colapso del dólar que en algún momento repercutirá dentro de Estados Unidos en forma de gran inflación respecto al petróleo importado y luego en una recesión interna.
 
Pero no sólo eso, sino que ya rusos y chinos han renunciado al dólar como moneda de intercambio entre ellos y de a poco se sumará el resto de la Organización de Cooperación de Shangai junto a Irán e India. Y son unos cuantos millones.
 
¿Por qué los sudamericanos entre nosotros debemos comerciar en dólares? Si los argentinos compramos gas oil a los venezolanos, lo lógico en que paguemos en bolívares, y si los venezolanos nos compran algo, lo lógico será que paguen en pesos, y luego sumemos a los brasileños, uruguayos y paraguayos, y llegaremos a la misma conclusión que chinos, japoneses y coreanos: debemos tener una Unidad de Moneda Mercosur, no sólo para intercambio, sino para préstamos entre nosotros. Aunque me juego que la idea ya está rondando la cabeza de Hugo Chávez y se vuelve otro peligro para la hegemonía del dólar.
 
Una de las “patas” del sistema hegemónico, es comprar petróleo en la moneda que emite Estados Unidos Y los europeos se preguntan “¿por qué Estados Unidos si, y la Unión Europea con un PBI igual/mayor, y con una moneda mucho más sana no puede?”. Se lo pregunta nada menos que el holandés William Duisenberg, que es nada menos que el presidente del Banco Central Europeo y a cargo de la emisión de los euros que compiten con los dólares. Y eso nos lleva a la “interna” de los Bancos Centrales reunida en el Bank for International Settlements (Basilea), la lucha entre Bernanke de la Reserva Federal y William Duisenberg con apoyo franco-germano. Por ahora vaya uno a saber cómo jugará el gobernador del Bank of England, Marvin King, Esq. (Esquire, “escudero”, plebeyo que sólo ascendió al primer escalón. Si juega bien, la reina lo hará “Sir”). El japonés Toshihiko Fukui (Bank of Japan), agazapado como samurai de Akiro Kurosawa, escucha y espera el momento de entrar en combate.
 
Petróleo por euros, los europeos ya lo habían propuesto en época de Yeltsin, pero Rusia estaba muy débil para correr semejante riesgo. Ahora su Banco Central tiene la 5ta. reserva de moneda extranjera del mundo, son el 2do. exportador mundial de petróleo, el primero de gas, han vuelto a ser el 2do. exportador de armas, es decir, ya han hecho lo suficiente para reiniciar la Guerra Fría II.
 
Y en esta Guerra Fría II, debemos pasar del Primer Frente de Guerra que preocupaba a Fidel Castro en la universidad de Córdoba en julio 2006 –la moneda hegemónica para mantener el imperio– al Segundo Frente de Guerra: los nuevos mercados que usarán monedas que no sean el dólar. 
 
Lo que se juega acá es el control de los mercados y en qué moneda se harán los intercambios. Es lo que preocupaba a Ernesto “Che” Guevara en Argel (26 febrero de 1965): no sirve de mucho lograr el socialismo en un país del Tercer Mundo si luego, con su producto debe concurrir a un mercado internacional controlado por anglo-americanos, negociar en una moneda que no puede emitir (dólar o libra), aceptar el “deterioro de los términos de intercambio” en esa moneda, y hasta terminar endeudado en esa moneda.
 
En ese momento, frente a africanos y asiáticos, el “Che” denunció a los soviéticos porque en lugar de unirse al Tercer Mundo en luchar por los mercados, se unían a los anglo-americanos para a su vez aprovechar los precios deteriorados por los términos de intercambio y comprar barato. Eso fue una ventaja táctica pero un terrible error estratégico. Con el dólar inflado artificialmente, los Estados Unidos pudieron embarcar a la URSS en una carrera armamentista que no pudo financiar, mientras Estados Unidos combatía imprimiendo billetes.
 
Cuando el “Che” hacía la denuncia frente al Tercer Mundo, fue su último discurso público, los soviéticos estaban muy enojados. Los chinos aplaudían a rabiar. En ese momento Vladimir Putin era un adolescente de 13 años, leía novelas y películas de espionaje como Diecisiete instantes de una primavera y soñaba con ingresar a la KGB.
 
Con la implosión de la URSS , esa nueva generación de KGB debió hacer una profunda autocrítica sobre los errores de la vieja burocracia, porqué Rusia había caído a un nivel “tercer mundo”, y cómo recuperarse de tal caída. Y por la forma en que reaccionaron, es indudable que algún analista de inteligencia estratégica leyó la obra del “Che” condenada por la anterior jefatura de KGB.
 
En mayo del 2007, con la apertura de la Bolsa de San Petersburgo para petróleo y gas, habrá comenzado de hecho, no de palabra, la reivindicación del “Che” Guevara, el comercio de petróleo y gas, la principal commodity que se vende al Primer Mundo, y en una moneda que no es dólar, quizás euro o rublo. Pero no sólo eso, Venezuela e Irán por ejemplo, también podrán concurrir a San Petersburgo a vender en euros. Y habrán dado otro golpe a la hegemonía del dólar. Hasta el momento, el monopolio del mercado de petróleo y gas lo tienen Nueva York y Londres, ambos en dólares, y es la razón por la cual muchos países se ven obligados a negociar en dólares. Eso termina, de a poco, en mayo de 2007. El Titanic está a pocos metros del iceberg y sin espacio para maniobrar.
 
El otro mercado de petróleo, quizás una de las mayores causas del inminente ataque a Irán, es la Bolsa de la Isla Kish (frente a Kuwait) y donde están instalados muchos bancos europeos y asiáticos, junto a petroleras como Total de Francia, Agip de Italia y Shell de Gran Bretaña. Mientras Estados Unidos presiona a los japoneses para que se vayan de Irán, Shell y Repsol (con British Petroleum detrás) anuncian el jueves que comienzan a invertir en Irán, ¿a que juegan las petroleras inglesas?
 
Estados Unidos tiene solo el 2% de las reservas mundiales de petróleo. Irán tiene el 12% de las reservas mundiales. Si los iraníes le negociaran a los ingleses 1/6 de sus reservas, por más que Estados Unidos los sancionara echándolos de su territorio, los ingleses quedarían con tantas reservas como las que hoy tiene Estados Unidos en su conjunto.
 
Todo empezó con Haushoffer
 
Aunque no lo diga, es indudable que Brzezinski está muy enojado por la forma en que, influido por la derecha israelí, el gobierno republicano pone en grave riesgo toda su geopolítica. Una de las contradicciones entre Israel y los intereses de Estados Unidos que defiende Brzezinski, es que para Israel, lo inmediato y urgente es enfrentar el poder árabe. Su visión es regional –Medio Oriente– y posterga objetivos mayores: Eurasia.
 
Brzezinski, no se puede negar que es un estratega de primera clase, toma como objetivo principal y a nivel mundial, en control de Eurasia, y a este objetivo mayor subordina las urgencias de Israel a un nivel regional y menor. Escribía Brzezinski para el New York Council on Foreign Relations y en su revista Foreign Affairs de septiembre / octubre 1997:
 
Eurasia es la casa de la mayoría de los estados políticamente asertivos y dinámicos del mundo. Todos los pretendientes históricos al poder global se han originado en Eurasia. Los más populosos aspirantes a la hegemonía regional, China e India, están en Eurasia, como lo son todos los potenciales desafiantes políticos o económicos a la primacía americana. Después de Estados Unidos, las próximas seis economías más grandes y gastadoras en lo militar siguen allí, como lo son todos menos uno de los poderes nucleares abiertos del mundo, y todos menos uno de los encubiertos. Eurasia cuenta con el 75% de la población del mundo, 60% de su PNB [producto nacional bruto], y 75% de sus recursos de energía. Colectivamente, el poder potencial de Eurasia ensombrece hasta América.
 
Sin controlar a Eurasia -es la línea de geopolíticos como Sir Halford Mckinder, Karl Haushofer y ahora Brzezinski- no se puede controlar nada y el “imperio naval” (USA/UK) estará siempre en peligro y minoritario. Y la pesadilla “naval” es la unión de Eurasia, cosa que empezó a suceder cuando chinos, rusos y las cinco repúblicas centro asiáticas, reaccionando ante la invasión de Irak, crearon la Organización de Cooperación de Shanghai, a la que se unieron iraníes e indios en calidad de observadores. Para Brzezinski, la invasión de Irak provocó un desastre geopolítico.
 
En este escenario mayor, Eurasia, Brzezinski –polaco al fin– sabe que Rusia, no Irán, es el enemigo principal. Mientras Rusia siga entera subsistirá el peligro. En El gran tablero de ajedrez, su obra sobre geopolítica en Eurasia, Brzezinski dice que Occidente no estará seguro hasta que el actual territorio ruso se subdivida en tres Estados por lo menos. Y dentro de este cuadro es notable como, con objetivos opuestos, coinciden Brzezinski con el muy ruso general Leonid Ivashov (3): “(Los anglo-americanos) quieren hacer de Rusia un delgado país arrinconado en el norte”, y sigue propugnando una política de alianzas hacia el Asia Central y la defensa de Irán que, al fin y al cabo, tiene las “aguas calientes” que buscaba Pedro el Grande.
 
No sería nada extraño que el ex capitán KGB Vladimir Putin, destacado en Dresden durante toda la década del 80 como analista de Inteligencia Estratégica, con acceso a los grandes teóricos en alemán (es el idioma extranjero que mejor maneja), haya sido quizás “el mejor alumno de Karl Haushofer”. Y haciendo un análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Aptitudes), propias y enemigas, haya mejorado la concepción de Haushofer agregando a la “comunicación inter-euroasiática”, el transporte de energía desde el corazón de Siberia y el Mar de Barents, hasta el centro y sur de Europa, China, y el Pacífico-Lejano Oriente, para lo cual desaloja a Exxon Mobil de Sakhalin I y a Shell de Sakhalin II.
 
Putin es indudablemente mucho mejor alumno de Haushofer que Adolf Hitler, que lo conoció de segunda mano por Rudolf Hess, y no lo comprendió porque intentó llegar al heartland por medios militares y fue derrotado en Stalingrado. En cambio Putin llega a Berlín por medios comerciales y provocando divisiones dentro de la OTAN , entre los países de la “vieja Europa” que se quieren asegurar el gas ruso para los próximos 75 años. Y para esto no vaciló en levantar el proyecto de Shtokman (el campo gasífero más grande el mundo y que hubiera provisto –como fue proyectado originalmente– el consumo total de Estados Unidos durante el próximo medio siglo). Todo esto se desvía a Alemania, como asegurado a la canciller Merkl, y en la construcción del gasoducto por debajo del Báltico (que esquiva a Polonia, fiel aliada de Estados Unidos), y el presidente de esta empresa (50% rusa y 50% alemana) es el ex canciller (socialdemócrata) Gerhardt Schröder. Todo esto asegurado por un aparato militar que sigue siendo el único capaz de enfrentar a Estados Unidos, cosa del cual carecen los países islámicos productores de gas-petróleo.
 
Geopolíticos alemanes –adversarios de George Soros– lo han comprendido y le dan la bienvenida como Wilheim Engdahl (4). Respecto a Francia –cada vez más aliada a Alemania– esta depende del gas argelino, país con quien Rusia ha sellado una alianza estratégica y nuevamente es su mayor proveedora de armas. Y ya empiezan en Francia las voces opositoras a la OTAN que, en la cumbre de Riva de noviembre 2006, demostró que sigue unida en lo formal pero fuertemente dividida en el objetivo estratégico.
 
No podemos decir “OTAN” porque la “nueva Europa” (ex Pacto de Varsovia) está alineada con Estados Unidos y la “vieja Europa” (Francia, Alemania, Bélgica) no arriesgará el suministro de petróleo-gas que le ofrece Putin, ni tampoco las posibilidades de inversión dentro de Rusia que vienen en el paquete.
 
Los alemanes califican la estrategia de Putin como “geopolítica de la energía”, tendiente a una nueva alianza entre grandes productores, de hecho ya está con Irán y Venezuela, pero ahora sumando a Argelia e Indonesia. Y esto le da de inicio, sin contar otros países que se pueden sumar por el camino, más del 25% de las reservas petroleras del mundo superando a Arabia Saudita. Y en materia de gas, la ventaja de Rusia es aún mayor porque esta vez sí supera a Arabia. Rusia es al gas lo que Arabia es al petróleo.
 
Esta alianza de productores se una a una segunda con los grandes consumidores: China, India, Francia, Alemania. Y como van las cosas, a mediano plazo Japón, a quienes aseguran el suministro a plazos estratégicos sin depender de los mercados volátiles de Londres y Nueva York, y todos comerciando en monedas que no son el dólar.

 Notas
 
(1) Gelman baja el comentario de un sitio trotskista de Estados Unidos: wsws.org
(2) Ali Shaktiari, sociólogo iraní (1933 – 1977). Alguna vez Jean Paul Sastre dijo: “Yo no tengo religión, pero si la tuviera sería la de Shaktiari”. Shaktiari en París conoce los trabajos de Franz Fanon, y sin dejar de ser musulmán, incorpora muchos de sus conceptos a la visión chiita de los oprimidos. Su trabajo “Chiísmo rojo (del martirio) o chiísmo negro (del luto)” tuvo un efecto similar dentro de Irán al que tuvo “Los condenados de la tierra” de Fanon en África. El presidente Ahmedinajad, lo conoció al ingresar en la Universidad de Teherán y hoy con su línea dura y apoyo popular, es el líder del chiísmo ‘rojo’
(3) Leonid Gregorievich Ivashov, general de cuatro estrellas, ex ministro de defensa, ex jefe del Estado Mayor Conjunto, destacado en Serbia portavoz militar ruso ante Slobodan Milosevic, defensor del papel que debe jugar la Iglesia Ortodoxa en la unidad de los eslavos, actual presidente de la Academia de Asuntos Geopolíticos, e indudablemente un “halcón” anti-globalizador.
(4) “La emergencia del gigante ruso”.

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