Movimiento Cívico-Militar CONDOR

Malvinas

Publicacion

Devoción Católica

Precursores del abortismo: El Movimiento Eugenésico - Parte II

Charles Davenport. En Estados Unidos, el biólogo y profesor de zoología en la Universidad de Harvard, Charles Benedict Davenport (1866 - 1944), en 1910 funda en Long Island la Oficina de Registro sobre Eugenesia. Davenport promovió la eugenesia basándose en sus estudios sobre las leyes de la herencia, recibiendo apoyo de importantes empresas estadounidenses y de entidades como la Fundación Carnegie. En el texto “Travesía de la Raza” (1929), el genetista advertía que el entrecruzamiento entre blancos y negros implicaba la degradación biológica y cultural de la raza blanca. En tanto el texto fue utilizado por muchos años en la Universidad de Harvard, al año siguiente de su publicación, Davenport fue incorporado a la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

Julian Huxley. Julian Huxley (1887-1975), biólogo y ensayista inglés que será nombrado caba­llero del reino (Sir), es uno de los más eminentes representantes del materialismo evolucionista contemporáneo. Conforme a su creencia se hace miembro del consejo de la Sociedad Eugené­sica en 1931, siendo su vicepresidente entre 1937 a 1944 y presidente de 1959 a 1962. Julian S. Huxley también se integra al comité ejecutivo de la Sociedad Eutanásica y vicepresidente de la Asociación por la Reforma de la Ley de Aborto (pro-aborto), de 1969 a 1970.

Sir Julian Huxley consigna así:

“La Historia se funda hoy en la prehistoria y, a su vez, ésta se funda en la evolución biológica. Nuestra escala del tiempo ha sido modificada profundamente. Si mil años son un período breve para la Prehistoria... para la evolución significan un período insignificante, pues ésta cuenta por períodos de centenas de millones de años. Y el porvenir se extiende en la misma proporción que el pasado... La vida había progresado ya desde antes de que el hombre hubiese aparecido. Y el hombre nació por el progreso de la vida… El progreso biológico no necesita un agente especial. En otros términos, no exige intervención de un propó­sito divino”.

Huxley sostiene el concepto de “transhumanismo” en términos de que “el hombre es el más ele­vado producto de la evolución, hasta la fecha”, lo cual es “consignar un simple hecho biológico”. Agrega entonces:

“El hombre es un fenómeno natural como un animal o una planta; que su cuerpo, mente y alma supernatural no fueron creados sino que éstos son los productos de la evolución, y que él no está bajo el control o dirección de ningún ser o seres supernatural, tienen que confiar en sí y sus propias energías… El hombre es el único agente de su propio destino y el único que tiene a su cargo el progreso de la vida”.

En este contexto materialista radical, Huxley agrega:

“Por grupo social problemático entiendo a esa gente de las grandes ciudades, demasiado conocida por los trabajadores sociales, que parece desinteresarse de todo y continuar simplemente su existencia desnuda en medio de una extrema pobreza y suciedad. Con demasiada frecuencia deben ser asistidos por fondos públicos, y se vuelven una carga para la comunidad. Desgraciadamente, tales condiciones de existencia no les impiden seguir reproduciéndose, y sus familias son en promedios muy grandes, mucho más grandes que las del país en su conjunto. Diversos tests, de inteligencia y de otro tipo, revelaron que tienen un coeficiente intelectual muy bajo, y que están genéticamente por debajo de lo normal en muchas otras cualidades, como la iniciativa, el interés y afán general exploratorio, la energía, la intensidad emocional y el poder de la voluntad. Esencialmente, no son culpables de su miseria e imprevisión. Pero tienen la mala suerte de que nuestro sistema social abona el suelo que les permite crecer y multiplicarse, sin otra expectativa que la pobreza y la suciedad. Aquí también podría ser útil la esterilización voluntaria. Pero yo pienso que nuestras mejores esperanzas deben apoyarse en el perfeccionamiento de nuevos métodos de control de nacimientos, sencillos y aceptables, ya sea por contraceptivos orales, ya sea, quizá preferentemente, por métodos inmu­nológicos que exigirían inyecciones”.

Precisa Sir J. Huxley:

“Ahora debemos estar listos a abandonar la hipótesis de Dios y sus coro­larios como la revelación divina o las verdades inalterables, y a cambiar de una posición sobre­natural a una posición naturalista del destino humano…La generalización... de Darwin sobre la selección natural, hizo posible y necesario eliminar la idea de que Dios guía las fases de la vida evolutiva. Finalmente, las generalizaciones de la psicología moderna y de las religiones compa­radas, hicieron posible, y necesario, eliminar la idea de que Dios guía la evolución de la especie humana mediante la inspiración o alguna otra forma de dirección sobrenatural... Freud, agregado a Darwin, alcanza a darnos una idea general filosófica... (Si el individuo) quiere aplicar sus valo­res morales, aparentemente absolutos, a situaciones particulares, tales valores exigirán la ayuda constante del relativismo... No se debe matar: pero es menester analizar de manera racional si ese principio concierne a la guerra, a ciertos casos de suicidio y de aborto, a la eutanasia y a la regla­mentación de la natalidad... La sociedad debe utilizar racionalmente un mecanismo irracional para crear el sistema de valores que ella desea”. Precisa Julien Huxley: “La visión evolucionista nos permite distinguir las líneas generales de la nueva religión que, con toda seguridad, surgirá para responder a las necesidades de la próxima era… El mundo la espera”.

Es con este fundamento que Sir Julian S. Huxley se convierte en el primer secretario general del Consejo para la Educación, la Ciencia y la Cultura de la Organización de las Naciones Unidas (UNESCO), de 1946 a 1948. Reveladoramente, sir Julian S. Huxley también actúa como funda­dor del “Fondo Mundial para la Vida Salvaje” (World Wildlife Fund, WWF). Además, Julian S. Huxley tuvo cuatro hijos; uno de ellos fue Aldous Huxley, el autor del libro “Un mundo feliz”, sistema soñado por la Sociedad de Eugenesia.

El discípulo de Julian Huxley, el médico inglés Charles P. Blacker, quien llegó a ser presidente de la Sociedad Eugenésica, se convierte en miembro de la Comisión Real sobre la Población, es su delegado en la Conferencia Mundial sobre la Población de 1954 y se convierte en asesor en cuestiones sociales y poblacionales del Ministerio de Salud en 1958. En 1959 también llega a ser presidente administrativo de la eugenista “Federación Internacional de Planificación Familiar” (1952, Margaret Sanger). En un informe de la Sociedad Eugenésica emitido durante ese año, referido a los experimentos nazis realizados en personas vivas para desarrollar un método eco­9 nómico de esterilización de masas, el doctor Charles P. Blacker concluye que, en tanto dichos métodos no funcionen, “sería perfectamente apropiado continuar la experimentación con alguna de las drogas esterilizantes que fueron utilizadas por los médicos nazis”.

John Keynes. Lord John Maynard Keynes (1883-1946), economista inglés esencialmente anti-cristiano y fundador de la Sociedad Eugenésica en la década de 1930, es el elaborador de la doctri­na keynesiana, que preconiza el control de la economía liberal por el Estado. Lord John M. Keynes fue el primer director del Banco Mundial en 1946 (“International Bank for Reconstruction and De­velopment”). En la India, durante la hambruna de 1966, los préstamos del Banco Mundial estaban condicionados a la implementación de una política de control de nacimientos (aborto, esterilización y contracepción).

Eugenesia en Alemania. Siguiendo la política eugenésica definida desde el siglo XIX, los le­gisladores de la liberal República de Weimar, para demostrar preocupación pública respecto de la degeneración racial, en enero de 1920 aprueban una “Ley de Asesoramiento Matrimonial”, complementada con indicaciones que subrayaban los peligros hereditarios de padecimientos ta­les como la tuberculosis, enfermedades venéreas y la debilidad mental.

Luego, en el marco de la política del nazismo durante el siglo XX, el 14 de julio de 1933 el go­bierno alemán dicta la “Ley para la Prevención de la Progenie Genéticamente Enferma”, siendo promulgada en noviembre de 1933 y entró en vigor el 1 enero de 1934. La ley dicta:

“Toda per­sona afectada de una enfermedad hereditaria podrá ser esterilizada por medio de una operación quirúrgica si, con arreglo a las experiencias de la ciencia, es de suponer con la mayor probabi­lidad que los descendientes de estas personas estarán afectos de males hereditarios graves que influyan en su constitución mental o corporal”.

Precisa la norma legal:

“Son considerados como atacados de una enfermedad hereditaria, en el sentido de esta Ley, todas las personas afectadas de una de las siguientes enfermedades: Imbecilidad congénita, esquizofrenia, folia circular (ma­nía depresiva), epilepsia hereditaria, mal de San Vito hereditario (Corea de Huntington), ceguera hereditaria, sordera hereditaria, graves deformidades físicas hereditarias. Pueden ser igualmente esterilizadas todas las personas sujetas a crisis graves de alcoholismo”.

Determina asimismo la ley:

“Puede hacer la petición de esterilización el que haya de ser objeto de la misma.... su repre­sentante legal... el médico oficial (y) para los individuos internados en un hospital, sanatorio o asilo o en una casa de corrección, el director del establecimiento respectivo... La solicitud debe ser hecha ante el Tribunal Eugenésico, ya sea por escrito, o verbalmente... El Tribunal Eugené­sico estará adscrito a un juzgado de primera instancia...”.

Aún más, la “Ley de Sanidad Matrimonial” dictada en Alemania el 29 de Noviembre de 1935 establece un reglamento que dispone:

“El otorgamiento del Certificado de aptitud matrimonial es una parte de la “Eheberatung” y se entrega por la oficina de sanidad competente (consultorio de eugenesia). Por “Eheberatung” se entienden todas las funciones diversas ejercidas por una especie de consultorio que abarca todas las cuestiones del matrimonio, consejos prenupciales, de puericultura, economía doméstica... Para obtener el certificado de aptitud matrimonial, cada uno de los contrayentes se hará examinar en la oficina de sanidad en cuya jurisdicción tiene su domi­cilio... La oficina de sanidad puede negar el otorgamiento del certificado de aptitud matrimonial, si los contrayentes no acatan debidamente las exigencias de dicho organismo de presentar las pruebas necesarias para juzgar sus casos... Si la oficina de sanidad tuviera conocimiento de impe­dimentos matrimoniales, según cláusula 1 de la ley, posteriores al otorgamiento del certificado, puede anular dicho certificado, siempre que la boda no se haya realizado... Todo contrayente puede apelar al Tribunal de Sanidad Hereditaria contra la negación o la anulación del certificado de aptitud matrimonial”.

William Shockley. El británico William Bradford Shockley (1910 - 1989), Premio Nobel de Física en 1956, profesor en la Universidad de Stanford y fundador de la empresa que daría origen a lo hoy es el valle de Silicon en Estados Unidos, se concentró en la investigación de la disgenia, esto es, la evolución inversa o involución causada por la reproducción excesiva de los que tienen desventajas genéticas. A finales de los años sesenta, Shockley sostuvo la existencia de diferencias genéticas entre las razas, implicando con ello la existencia de razas genética e intelectualmente inferiores. Conforme a los postulados de Shockley, los test de inteligencia mos­traban un factor genético en la determinación de la capacidad intelectual, revelando que los afro-estadounidenses eran inferiores a los estadounidenses caucásicos, así como que la mayor tasa de reproducción entre los primeros tuvo un efecto regresivo en la evolución. Shockley propone entonces que las personas con coeficiente intelectual bajo los 100 puntos debían ser esterilizadas. Aún más, consideraba que las fundaciones privadas debían ofrecieran dinero a aquellas personas con hemofilia y epilepsia para que accedieran a ser esterilizadas. Esto contribuiría, según él, a detener “el brutal mecanismo de eliminación de la evolución”.

Robert Graham. Si el filósofo del pesimismo sistemático, Arthur Schopenhauer (1788 - 1861), planteaba claramente en el siglo XIX:

“La especie humana está para siempre y por naturaleza condenada al sufrimiento y a la ruina… Si gustáis de planes utópicos, os diré que la única so­lución del problema político y social sería el despotismo de los sabios y de los justos, de una aristocracia pura y verdadera, obtenida mediante la generación por la unión de los hombres de sentimientos más generosos con las mujeres más inteligentes y agudas”,

En el siglo XX, entre otros tantos contemporáneos, Robert Klark Graham (1907-1997), eugenista y hombres de nego­cios estadounidense que hiciera millones desarrollando las lentes plásticas inastillables, concibió un plan maestro: salvar a la humanidad usando el esperma de los genios. Robert Klark Graham creía que “seres humanos retrógrados” estaban reproduciéndose sin control y quería revertir esta tendencia produciendo miles de genios, originados por las mentes más deslumbrantes del plane­ta. Reconociendo que aunque los principios del proyecto no eran populares pero postulando que éstos si eran sensatos, hacia finales de la década de los años setenta, en un búnker subterráneo ubicado en un rancho cerca de San Diego, el millonario creó el banco de esperma: “Repository for Germinal Choice”, conocido como el banco de esperma de genios. Representando según él una forma de eugenismo positivo que aprovechaba las posibilidades de la genética, la meta era la mejora genética de la población humana mediante la concepción y crianza selectiva a partir de genios.

Frederick Osborn (1889 - 1981), estadounidense miembro del consejo consultor de la Sociedad Americana de Eugenesia, fundador junto con John D. Rockefeller del “Consejo sobre Población” que realiza campañas pro-aborto, promotor de la creación de centros de capacitación demográfi­ca en la ONU y gestor después de la segunda guerra mundial de una substitución estratégica del eugenismo por el cripto-eugenismo, ya establecía que, “absteniéndose de argumentar pública­mente en favor del eugenismo”, se procurará “buscar a los individuos genéticamente valiosos... tratando al mismo tiempo de reducir los nacimientos de quienes lo son menos”. Frederick Osborn dirá:

“Cuando la planificación familiar se ha extendido a todos los miembros de la población y los medios eficaces de contracepción son fácilmente disponibles... Las parejas tendrán un núme­ro de hijos acorde con sus ingresos, es decir, acorde con el valor de su calidad social”. Friedrich Nietzsche ya concebía a “los óvulos como gérmenes de nueva sociedades y unidades”.

Peter Sloterdijk. Peter Sloterdijk (1947), filósofo y catedrático alemán que hace suyas las pro­puestas de filósofos Nietzsche y Heidegger, que estudió en India con el gurú Rajneesh (luego lla­mado Osho), que llamó “ciencia melancólica” a la Escuela de Frankfurt y que es partidario de una Europa sólida y no sometida a las derivas de las potencias exteriores, sin más es presentado como “un visionario… (el) nuevo y genial Nietzsche… la nueva estrella de la filosofía mundial, que diri­ ge la Universidad de Karlsruhe”. En este contexto, siendo Sloterdijk conocido por su obra: “Crítica de la razón Cínica”, texto de 1983 en el que muestra los mecanismos modernos de dominación, desde la política a la cultura, de la economía a la pedagogía, éste ha de plasmar su idea fundamental en la publicación: “Reglas para el Parque Humano”. En el marco de una era biotécnica avanzada, caracterizada por los experimentos y la manipulación genética, el documento postula una política eugenésica destinada a controlar la selección de seres humanos por vía de la cría biogenética, guia­da ésta por una “voluntad de poder” capaz de superar el callejón sin salida al que ha conducido el fracaso de la reforma moral del hombre emprendida por la Ilustración.

Así entonces, habiendo presentado la versión inicial de su tesis en junio de 1997 en un encuen­tro sobre la actualidad del humanismo (Basilea), luego refrendada en la conferencia que dio en julio de 1999 en el marco del coloquio titulado “La filosofía en el final del siglo” (Baviera), y finalmente publicada en septiembre del mismo año, el materialista Peter Sloterdijk reclama una revisión genético-técnica de la humanidad.

Abordando el problema del humanismo bajo la forma de una respuesta a Heidegger (1946), teniendo presente las ideas de Platón sobre el Estado como parque zoológico humano, donde una elite de sabios planifica la vida de los hombres como si de una empresa se tratara, y sistema­tizando las costumbres de diversas culturas en las que se eliminan a los hijos defectuosos según criterios anatómico fisiológicos, Sloterdijk plantea que “las fantasías de selección biopolítica han tomado el relevo de las utopías de justicia”, de modo que al destacar los medios y posibilidades que ofrece la biotecnología, sugiere formular un “código antropotécnico”, dejando abierta la posibilidad a una “antropotecnología” en la que pueda cambiarse el “fatalismo del nacimiento” por un “nacimiento opcional” y una “selección prenatal”. Explícitamente Sloterdijk expresa:

“Si a la larga sería posible algo así como la planificación explícita de las características para todo el género (humano) y si el nacimiento opcional (junto con la otra cara de la moneda: la selección prenatal) podría convertirse, para todo el género humano, en un hábito reproductor”.

Peter Sloterdijk se pronuncia entonces a favor de formar un “parque zoológico humano” con­trolado por la tecnociencia como elemento de planificación de todos los órdenes de la vida, en particular de un orden conforme a la selección de los más aptos. Abonando sus argumentos, Sloterdijk cita el caso del derecho al aborto que ya rige en Europa y en Estados Unidos.

William Gates. El abogado y filántropo William Henry Gates I participó en los congresos in­ternacionales de eugenesia de 1921 y 1932, reunidos en Nueva York. Si bien William H. Gates actuó complementariamente en la conferencia mundial de población de 1927, cuya promotora fue Margaret Sanger (fundadora de la IPPF) y que contó con el apoyo de la Sociedad de Nacio­nes, en 1930 éste ingresa formalmente a la Sociedad Eugenésica Americana. Como propósito declarado, las sociedades eugenésicas de Estados Unidos e Inglaterra procuraban la esteriliza­ción de los individuos de poco valor cívico o de aquellas “personas manchadas por su origen”. William Henry Gates II, hijo del anterior, directivo de Paternidad Planificada, la filial de la IPPF en EE.UU. es el padre de William (Bill) Gates, el organizador de la multinacional tecnológica “Microsoft” (junto a Paul Allen en 1975).

Entonces, con los recursos derivados del multimillonario negocio computacional, Bill Gates orienta su intervención hacia la “salud internacional” y a este efecto constituyó tanto la Fun­dación William H. Gates (en honor a su padre) como la Fundación Bill y Melinda Gates. Esta última Fundación define un “plan de salud global” y, para su ejecución, convierte en sus ejecu­tivos a Gordon Perkin, consultor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el área de “estrategias en reproducción humana, salud internacional y planificación familiar”, y a William Foege, ex director adjunto del Centro para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos. Es más, el mismo Bill Gates se incorpora al directorio de la recientemente estructurada “Alianza Global para la Vacunación e Inmunización” (GAVI), organización que incluye a representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF, el Banco Mundial, la Fundación Ro­ckefeller y los laboratorios productores de vacunas.

Paul Virilo. Al transcurrir el tiempo, en un mundo que concibe “forcluido, es decir, en el en­cierro”, el filósofo y urbanista ácrata - deconstruccionista francés Paul Virilo (1932), uno de los líderes de la revolución de los años sesenta, postulará la “política de lo peor”. Advierte Virilo: “En el mundo transpolítico… la guerra ya no es lo que es… (Aunque) aún se pueden encontrar buenas masacres… para satisfacer nuestra cuota cotidiana de violencia. Pero, en su mayor parte, se ha desplazado del fragor de los campos de batalla para entregarse a un proceso bien delineado de preparación y organización… La “sorpresa tecnológica”… ha engendrado una economía de guerra que prolonga la guerra por otros medios tanto en tiempos de guerra como en época de paz… La guerra ya no se encuentra en la guerra misma… sino enclaustrada en los laboratorios respetables y en las agencias de investigación bien financiadas”.

Recordando que fue Einstein quien distinguió entre la bomba atómica, la bomba informática y la “bomba genética”, Paul Virilo entiende que la humanidad enfrenta “el fin del hombre como fuerza de trabajo, en provecho de la máquina… el fin del hombre como productor, el fin del hombre como progenitor, (pues) vamos hacia el engeneering, los bebés de probeta, el tráfico de esperma… los clones… Después de la revolución de los transportes y la revolución de las trans­misiones, ahora, en el siglo XXI, comienza la revolución de los trasplantes intraorgánicos…”. Según Virilo, todo esto sujeto a “la idea de una eugenesia para crear hombres y mujeres de mayor rendimiento”, razón por la cual “la genética está en vías de convertirse en uno de los pilares de las grandes firmas multinacionales y biotecnológicas”. En definitiva, se trata de la “génesis de la industrialización del organismo viviente, la industrialización de la especie misma”.

Es la even­tualidad del “superracismo”, ya que hasta el racista, al afirmar la existencia de razas superiores e inferiores, aún a estas últimas las reconoce humanas.

Estima Virilo:

“Creo que (el doctor) Mengele (campos de concentración nazi) es un personaje que los grandes laboratorios farmacéuticos quisieron ocultar porque lo habían patrocinado… Dejamos muy atrás la biología para adentrarnos en el reino de la teratología, es decir: la creación de monstruos… Todo lo que está pasando ahora en genética tiene una única referencia: la euge­nesia”.

Aprecia además Virilo:

“Para la biogenética el asunto va a ser pasar a una eugenesia total, a una eugenesia absoluta, una eugenesia del perfeccionamiento… Apunta a crear un hombre nuevo”. Finalmente sentencia el deconstruccionista Paul Virilo: “Nosotros… que somos útero, nacimos de la suciedad del semen y de la secreción vaginal. ¡Qué horror! Somos sucios… Es el fin del hombre. El fin de la humanidad. Estamos ante una época apocalíptica”.

Fuente: Radio Convicción

Compartir
logo condor

El Movimiento Cívico Militar Cóndor es un conjunto de hombres y mujeres que tienen por objetivo difundir el Pensamiento Nacional, realizar estudios Geopolíticos, Estratégicos y promover los valores de la Argentinidad.

Redes Sociales
Siganos en las siguientes Redes Sociales