Publicacion
El informe sobre la Eutanasia
Interview de Klaudia Schank y Michel Schooyans
por Agnès Jauréguibéhère para L’Homme Nouveau Paris, junio de 2002
Klaudia Schank es Licenciada en Derecho y Licenciada en Relaciones Internacionales. Michel Schooyans, muy conocido por nuestros lectores, es Profesor Emérito de la Universidad de Lovaina. Ambos respondieron a las preguntas que les formulamos en relación a la obra inquietante que acaban de publicar sobre la eutanasia en Éditions Le Sarment.
¿Quiénes son los autores de esta obra?
El libro que tradujimos1 es la obra del jurista Karl Binding y del psiquiatra Alfred Hoche; la primera edición data de 1920; la segunda de 1922. Binding, nacido en 1841 en Francfort-an-Main, era un eminente profesor de derecho. La imponente obra que dejó al morir en 1920 suscita todavía hoy un gran interés. Hoche, nacido en 1865 en Wildenhain, era profesor de psiquiatría. Se dedicó a escribir al final de su vida y se suicidó en 1943. La obra de estos autores se inscribe en la lógica de la evolución de las ciencias con su resultante concepción del hombre. Reducido a su dimensión corporal, el hombre deviene un ser unidimensional, desprovisto de toda apertura a la trascendencia.
¿Por qué un libro como ese en Alemania en 1922?
Es principalmente en Alemania que se desarrollan, a partir de la segunda mitad del siglo XIX, diferentes movimientos científicos que contribuyen al surgimiento del nacionalsocialismo. Uno de los principales orígenes de estos movimientos se encuentra en la teoría de la evolución expuesta en la obra de Charles Darwin. Aplicada por Darwin a los seres vivos, la idea de la evolución es poco a poco aplicada también a la sociedad. Esta es comparada a un organismo en el cual el hombre es reducido a ser sólo un miembro. En este contexto nace la idea según la cual el hombre tiene una responsabilidad personal en la evolución. Toda acción que se oponga al principio de la lucha por la vida y de la selección de los más aptos conduce inevitablemente a la degeneración de la especie humana y en consecuencia a la de la cultura alemana.
Para luchar contra esta degeneración, y prevenirla, los "higienistas" de la raza alemanes proponían medidas destinadas al mejoramiento del patrimonio hereditario. Rápidamente, sus proposiciones fueron transformadas en reivindicaciones eugénicas y raciales. Solamente aquellos que eran juzgados aptos tenían el derecho de reproducirse. Influenciados por la ciencia de la raza, con su postulado sobre la superioridad de la raza nórdica, estos "higienistas" limitaban su misión a la conservación del pueblo alemán.
¿Cuáles fueron las grandes líneas de la argumentación desarrollada?
La exigencia de Binding y Hoche intentando liberalizar la destrucción de una vida indigna de ser vivida constituye una prolongación de las ideas que acabamos de recordar. Ellos también se otorgaban el derecho de juzgar el valor de un ser humano y de relativizar su dignidad.
Según Binding, el hombre es el soberano de su vida. De donde proviene la legitimación moral y jurídica del suicidio, lo que, según Binding, conduce lógicamente a la liberalización de la eutanasia. Esta liberalización, debe en primer lugar aplicarse a la "eutanasia pura", que remplaza simplemente la causa de la muerte por otra, luego a la eutanasia de los enfermos incurables que piden con insistencia ser librados de sus sufrimientos, y finalmente a la eutanasia de los deficientes mentales. La decisión de proceder a la destrucción, tomada por un Comité de Liberalización, se funda en un deber legal de compasión. La eventualidad de una decisión tomada por error, casi no preocupa a los autores. Hay tanta gente que muere por error que una persona más o menos no pesa en el balance...
Hoche, por su parte, desarrolla toda una argumentación dirigida principalmente a justificar medicinalmente el homicidio de discapacitados mentales. Para ello coloca a estos últimos en el mismo nivel que los animales. Según Hoche, los discapacitados mentales no pueden consecuentemente atribuirse un derecho subjetivo a la vida. Hoche los caracteriza sin dudar de "existencias-lastre y caparazones humanos vacíos".
Según ustedes, una gran parte de la argumentación de los partidarios actuales de la eutanasia figura ya en el informe de 1922. ¿Podrían darnos algunos ejemplos?
Casi todos los argumentos invocados hoy a favor de la eutanasia ya se encuentran bajo una forma u otra en la obra de Binding-Hoche. Un gran número de "razones" invocadas por estos autores son reutilizadas hoy: autonomía, libertad, dignidad, curación, compasión, inutilidad económica, peso para la sociedad, calidad de la especie, etc.
Para ustedes, al dar una justificación jurídica y médica de la eutanasia, Binding y Hoche tienen una parte de responsabilidad en el establecimiento de la "solución final" por el Tercer Reich. ¿Los nazis se referían explícitamente a esta obra?
La argumentación de Binding y Hoche tuvo un impacto considerable en el curso de la historia. La responsabilidad directa de estos universitarios en la elaboración y puesta en ejecución de los programas de exterminación de discapacitados, adultos y niños, no deja ninguna duda. De esta manera, abrieron ampliamente la vía al holocausto y a la banalización del "don de la muerte" por motivo de incorrección política o de no conformidad biológica. Con la llegada del nazismo al poder, se desencadena en Alemania un debate público sobre la eutanasia.
Es en la revista Ethik donde los diferentes protagonistas toman la palabra. Los partidarios de la eutanasia, entre los cuales un teólogo llamado Rose, se refieren frecuentemente a la obra de Binding y Hoche. El mismo Hoche interviene personalmente en el debate. Dado que está establecido que toda esta discusión era seguida de cerca por la Administración y el Estado nazi, podemos afirmar sin recelo que los dos autores prepararon a los burócratas, a los médicos y psiquiatras no solamente para la aceptación, sino también para la ejecución de las muertes en masa a partir de 1939, e incluso antes.
¿Y la eutanasia hoy?
Todas las ideas que hemos evocado, persisten en el centro del debate sobre la eutanasia. Sin caer en un reduccionismo ciego, formulémonos ciertas preguntas. ¿Cuáles son actualmente los peligros que resultarían de una legitimación política de la eutanasia? ¿Esta legitimación estaría totalmente exenta de motivaciones económicas y sociales? ¿Esta legitimación no nos colocaría sobre una pendiente peligrosa? ¿No estamos siendo arrastrados, a pesar nuestro, a incontables situaciones que nos llevan a emitir un juicio sobre la dignidad humana? ¿No se llega así a crear categorías de hombres en las cuales la vida ya no se beneficia del derecho de una protección legal? En Bélgica, por ejemplo, ¿no consideran algunos ya el debate sobre la eutanasia en los casos de deficiencia grave?
¿Cuál consideran ustedes entonces el corazón del problema?
Se debe plantear claramente la cuestión de la definición de un acto de eutanasia. Un médico que administra analgésicos con el único fin de aliviar los dolores de un moribundo, cumple su deber de médico. Cuando la enfermedad se vuelve incontrolable, no se mata; el acto terapéutico cambia de objeto y se concentra en controlar el dolor. El médico toma ciertamente el riesgo de acortar así la vida, pero lo que quiere y lo que hace, es elegir la medicación adecuada para calmar el dolor, no para matar. En este caso, por lo tanto no hay eutanasia. La eutanasia es una muerte dada intencionalmente, reputada sin sufrimiento, por medio de técnicas médicas. Es la Tötung de Binding-Hoche. Ahora bien, ¿quién soy yo para declarar que una vida humana no vale la pena de ser vivida y en consecuencia que puede ser libremente destruida?
Queda por saber la significación real de la compasión. El pedido de eutanasia traduce una profunda angustia, un sentimiento de abandono, y por lo tanto el fracaso dramático de una comunicación, gracias a la cual, si fuese realizada, el enfermo percibiría que su dignidad continúa a ser percibida por los otros. Lo que les falta sin duda a los moribundos es el afecto: una comunicación en el seno de la cual el paciente se descubre amado. ¿La mejor forma de ayudar a alguien a morir con dignidad consistiría en darle la muerte?
Traducción a cargo de la Dra Beatriz de Gobbi.
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La referencia de esta obra es: Klaudia SCHANK y Michel SCHOOYANS, Euthanasie. Le dossier Binding-Hoche, Traduction de l’allemand, présentation et analyse, Paris, Éditions Le Sarment, 2002
La cara oculta de la ONU
Este libro quiere acabar con un tabú muy difundido: el de que, en materia de derechos humanos, la ONU es su máxima defensora, cuando, en realidad, lo que está a punto de sepultar es la concepción realista que aparece en las declaraciones de 1789 y de 1948, según las cuales todos los hombres nacen con los mismos derechos: el derecho a la vida, a la libertad, de asociación, etcétera.
Creada al finalizar la segunda guerra mundial con la misión de promover estos derechos de hacerlos respetar, la ONU se ha ido alejando cada vez más de su referencia fundacional que la llamaba a construir nuevas relaciones internacionales. Muy influenciada por el pensamiento anglosajón, la Organización de Naciones Unidas tiende ahora a considerar los derechos del hombre como el producto de convenios y convenciones que, una vez ratificados, adquieren fuerza de ley; es decir, no hay lugar ya para la búsqueda de la verdad. La palabra consenso es el nuevo talismán, la fuente del derecho, lo que define aquello que es "políticamente correcto".
De esta manera, al recurrir al derecho internacional positivo, la ONU procede a una concentración piramidal del poder. Erosionando la justa soberanía de las naciones, se sitúa cada vez más como un súper-Estado mundial, ejerciendo un control cada vez más centralizado sobre la información, la salud y la población mundial, los recursos del suelo y del subsuelo, el comercio internacional y las organizaciones sindicales; en fin, y ante todo, sobre el derecho y la política. Exaltando el culto neopagano de la Tierra-madre, priva al hombre del lugar central que le reconocen las grandes tradiciones filosóficas, jurídicas y religiosas.
Frente a esta globalización llena de ambigüedades, ya es hora de que los Estados vuelvan a tomar las riendas, pues si se dejan disolver, los hombres quedarán indefensos ante una burocracia supranacional que se arrogará el monopolio de definir lo verdadero y lo falso, el bien y el mal, lo justo y lo injusto.
En "La cara oculta de la ONU" el autor analiza con la agudeza que le caracteriza esta desviación de la Organización de Naciones Unidas, mostrando al mismo tiempo que, lejos de ser una fatalidad, es una nueva invitación a reafirmar vigorosa y urgentemente el papel de la sociedad civil y de ese capital prodigioso que es la persona humana.
Se trata, pues, de un libro no conformista, inquietante y único en su género.
Población y soberanía nacional
El éxito de las tesis maltusianas se debe primero a su aparente simplicidad y a su carácter perentorio. Desde 1798, el célebre pastor anglicano nos advierte: el crecimiento de la producción alimenticia se lleva a cabo según una progresión aritmética; el crecimiento de la población obedece a una progresión geométrica. Los pobres deben retrasar la edad para casarse.
Las leyes sociales perturban el juego de las leyes de la naturaleza, que quiere seleccionar a los más aptos y eliminar al resto. Desde 1803, Malthus precisará que no todos tienen reservado un lugar en el banquete de la naturaleza; la naturaleza notifica a los inútiles que tienen que irse, y no tarda en ejecutar su propia orden.
A pesar de haber sido repetidamente criticadas y desmentidas por los hechos, las tesis del pastor anglicano siguen siendo retomadas con implacable constancia. Las encontramos ya sea en su formulación original, ya sea puestas de relieve sobre algún punto en particular o bien, por el contrario, maquilladas. En el presente trabajo, seguiremos estas metamorfosis hasta nuestros días 2.
Desde el siglo XIX, estas tesis son reforzadas con el aporte del organicismo, divulgado en particular por Herbert Spencer (1820-1903): la sociedad humana es un cuerpo cuyos miembros son muy diferentes en función de su utilidad, su valor o su dignidad. Es inadmisible que los menos dotados perjudiquen a toda la especie. Es pues preciso que ayudemos a la naturaleza a efectuar su selección. Galton (1822-1911) precisará incluso que esta selección debe ser artificial. Los médicos tendrán un papel preponderante en este programa de eugenismo 3. Según John Stuart Mill (1806-1872), análogas diferencias se encuentran entre las sociedades; entre éstas hay una jerarquía determinada, y las menos dotadas deben aceptar su subordinación a las más "civilizadas". En relación con esto, hablase a veces de darwinisino social.
El neomaltusianismo se afianza poco después, y es representado por Margaret Sanger (1883-1966). Esta corriente emprende la mezcla de las tesis maltusianas sobre la población con una doctrina moral individualista, hedonista y utilitarista. Esta moral del placer individual disocia el comportamiento sexual de la procreación. En la unión sexual el placer es el bien; el niño, es el riesgo. El otro es interesante en la medida que me aporta placer y/o provecho. De ahí se deriva el rechazo al matrimonio, el elogio del amor libre, del eugenismo, etc.
Según Malthus, la superficie terrestre limita inexorablemente la producción alimenticia, y los límites de ésta determinan sin piedad el número de hombres que el mundo puede contener. Este tema de la tierra va a conducir a la temática contemporánea de la ecología. Tema este que tiene raíces históricas notables. Centrada sobre la expansión, incluso la agresión, el imperialismo británico se traduce en políticas de conquistas territoriales y de explotación de recursos naturales. Por su parte, los Estados Unidos no esperan el fin de la Guerra de Secesión para poner en práctica la doctrina mesiánica del Destino manifiesto. La anexión de Florida, Texas, California, las guerras de Cuba y Filipinas, la separación de Panamá y Colombia, etc. permiten comprender la importancia de las "zonas de influencia", de las "fronteras" movibles, "cotos de caza reservados" - y de lo que las geopolíticos alemanes pronto llamarán el "espacio vital".
La vulgata maltusiana se presenta pues como un tronco cuya sabia nutre tres tipos principales de ramificaciones: el organicismo, el neomaltusianismo, el ecologismo. En total, tenemos pues, cuatro componentes cuyas interconexiones aparecen ya desde el siglo XIX.
Metamorfosis de estos componentes
Veremos ahora como estos componentes se encuentran en ciertos discursos que la ONU o sus agencias consagran a la población. Nos referimos aquí, de manera especial al FNUAP, al Banco Mundial, a la Organización de la Salud, al PNUD, a la UNICEF, a la FAO e incluso a la UNESC0 4. Vamos a mostrar bajo qué formulaciones son retomados y explicitados hoy día los cuatro componentes que hemos identificado 5.
Vuelta al maltusianismo
¿Cómo aparece la vulgata maltusiana original en los discursos de estas instituciones internacionales y en las conferencias organizadas por ellas? El crecimiento poblacional - se dice- es exponencial. La producción alimenticia no funciona igual. La tierra no puede alimentar a todos. Los pobres del Tercer Mundo tienen demasiados hijos y son responsables de su propia miseria. El crecimiento poblacional es causa de la pobreza y del desempleo; y es un obstáculo para el desarrollo. Además, la concentración de pobres en las ciudades es causa de delincuencia y de criminalidad: ciertas declaraciones de la Conferencia de Estambul sobre el hábitat (1996) lo subrayaron 6.
Con afirmaciones como estas: "Sin control de la población no hay desarrollo posible", a partir de la IIa Conferencia Internacional sobre la Población (Belgrado, 1965), la planificación de los nacimientos es presentada como una forma de ayuda para el desarrollo. En sus decisiones sobre procreación, las parejas deben tomar en cuenta el contexto social. Poco después se dirá que es preciso "monitorear", es decir controlar y limitar el crecimiento de la población. Este era el objetivo de la Conferencia del Cairo sobre Población y Desarrollo (1994). Desde entonces, se pide a los Estados un reporte de lo que han hecho para aplicar el "plan de acción" decretado "por consenso" en el Cairo. Anteriormente, la Conferencia de Río (1992) había alimentada la idea que la capacidad portadora de la tierra se había alcanzado o incluso rebasado. En su definición original, el desarrollo "sustentable" requeriría de un control de las poblaciones. Si este control no se realizaba, la bomba "P" (población) no tardaría en explotar.
Vuelta al organicismo
En 1946, Julian Huxley fue puesto a la cabeza de la UNESCO. Era conocido por ser partidario de la esterilización de los débiles mentales y de aquellos con quienes la sociedad no sabía que hacer. Una variante de este eugenismo se encuentra en Frederick Osborne quien, en 1952, llega a ser primer presidente del influyente Population Council. Esta institución privada merece ser mencionada aquí por la influencia que el grupo Rockefeller ejerce a través de ella, y hasta nuestros días, en los programas demográficos de la ONU y de sus agencias.
Recordemos que Galton prefería la selección artificial en lugar de la selección natural de Malthus, introduciendo pues un elemento voluntarista, es decir intervensionista. Son los pobres quienes fracasan y los ricos los que triunfan. Los primeros fracasan y con ello prueban que son inferiores; los segundos triunfan y prueban con ello que son superiores. Por el bien de la humanidad, hay que impedir a los pobres la procreación y fomentarla entre los superiores.
Ahora bien, desde la Conferencia de Bucarest (1974) aparece la dimensión voluntarista del control demográfico, especialmente entre los pobres, este control requiere de una acción sistemática. La IVa Conferencia (México, 1984) menciona la necesidad de un plan de acción, cuya mejor formulación es obra de la Conferencia del Cairo (1994). En la actualidad son múltiples las reuniones que se dedican ampliamente a comprobar la aplicación de este plan de acción.
Frecuentemente, la estrecha asociación entre eugenismo y selección artificial es puesta en obra para "justificar" e incluso patrocinar algunas secciones de los programas de la ONU cuyo objetivo es contener las poblaciones del mundo, según criterios que discriminan a los pobres. Ted Turner, patrón de la CNN, o Bill Gates, Mister Microsoft, distribuyen donativos faraónicos en la ONU, y en particular en el FNUAP, destinados a reducir los nacimientos entre los pobres en vez de crear prioritariamente escuelas que, llegado el momento, harían explotar sus propios mercados...
Vuelta al neomaltusianismo
Los primeros neomaltusianos alimentaron el argumentario individualista, libertario y feminista. El neomaltusianismo actual insiste, por su parte también, en el derecho al placer individual y en la emancipación de las mujeres. Sin embargo, sobretodo a partir del reporte del FNUAP de 1994, la educación y la emancipación de las mujeres son previstas como un poderoso medio para hacer bajar el crecimiento de la población. Es por eso que la educación de las mujeres debe incluir una sección importante relacionada con la educación sexual y la "salud reproductiva" que forma parte de los "nuevos derechos" proclamados: derecho a la anticoncepción, al aborto, a la esterilización, a la homosexualidad, a la eutanasia. Estos "nuevos derechos" deberían poder responder a "necesidades insatisfechas".
En la Conferencia de Copenhague (1995), bajo la presión de lobbies o cabildeos homosexuales, estos nuevos derechos han sido llamados a cubrir "comportamientos fuera de las normas". Tanto en Pekín (1995) como en Estambul (1996), la familia es presentada como el lugar prototípico de la lucha de clases; en ella, la mujer es oprimida por el hombre quién, imponiéndole el "fardo" de la maternidad, le impide realizarse al tiempo que aporta su contribución a la producción. La liberación de la mujer pasa pues por la destrucción de la familia. Tema clásico del neo-malthusianismo, la destrucción de la familia aparece a partir de ese momento bajo la rúbrica de los "nuevos modelos" de familia: al lado de la familia monogámica y heterosexual tradicional, aparecen las – así llamadas - "familias" monoparental, homosexual, recompuesta, etc.
Durante la Conferencia de Pekín (1995), todos estos temas fueron agrupados bajo la etiqueta del "gender" (género): la diferencia de roles atribuidos al hombre y a la mujer en la sociedad no tienen ningún fundamento natural; estas diferencias son producto de la cultura y, como tales, pueden y deben ser abolidas. Estamos en plena revolución cultural.
Vuelta al ecologismo
Malthus temía la disparidad entre, por un lado, las tierras cultivables y los recursos alimenticios y, por otro lado, el número de bocas por alimentar. A pesar de estudios científicos que desmienten la Vulgata maltusiana, la extensión de esta tesis del pastor anglicano viene generalizada y aplicada a las relaciones entre la Tierra y el hombre. En la ampliación de la disparidad expresada por Malthus, se observan diferentes etapas.
Para empezar, henos aquí a bordo del Radeau de la Méduse, del pintor Géricault, o sobre los botes salvavidas del Titanic. La nave Tierra incluye alrededor de seis mil millones de pasajeros y estaría sucumbiendo. Ahora bien, las lanchas de salvamento solo pueden recibir a la tercera o cuarta parte de los pasajeros. Es preciso entonces sin ninguna piedad cortar las manos de quienes quieren subir a las lanchas; de no ser así todos perecerán.
Coustaud, versado en demografía pelágica, recomendaba entonces que se redujese la Población mundial al cuarto de su nivel actual.
Siempre de conformidad con la tradición maltusiana, los pobres son el blanco que se debe perseguir de manera prioritaria. Su crecimiento demográfico sería la causa de la degradación del medio ambiente: deforestación, desperdicio de recursos, sobrecalentamiento, deterioro de la capa de ozono, etc. El hombre sería el más grande "predador". La Conferencia de Rió (1992) fue consagrada enteramente a estos temas.
Maurice King recomienda la organización de "reservas"" confinadas en "parques" protegidos por "rangers", algo así como una policía demográfica. La tarea de estos "rangers" sería "contener" a las poblaciones pobres en los límites de ciertas cuotas. Ocurre lo mismo con hombres que con elefantes: serían una amenaza para el medio ambiente; los equilibrios "naturales" deben pues ser protegidos a todo precio.
En caso de no poder contener el crecimiento demográfico entre los pobres, habría que dejarlos morir. De donde se desprende, después del proceso emprendido por Malthus contra las "leyes parroquiales" favorables a los pobres, el proceso, hoy en día, de la ayuda a los pobres de nuestra época. El mensaje de Malthus sigue siendo actual: ayudar a los pobres es transgredir la moral natural; si la Señora Naturaleza es violenta, la sociedad también debe ser violenta.
La exaltación del medio ambiente ha conducido a una radicalización de las ecologías anteriores. Ya la Conferencia de Bucarest (1974) consideraba que el crecimiento de la población afectaba al medio ambiente y se había convertido en problema internacional. La "ayuda" para este objetivo - dicen hoy día - debe ser reforzada.
Esta radicalización es tan marcada durante la Conferencia de Estambul (1996), que evidencia la relación entre planificación territorial y planificación de los nacimientos. En adelante, según Luc Ferry, el hombre ya no es el centro del universo. El antropocentrismo de la tradición occidental, y en particular cartesiano, ha fracasado7. El hombre no trasciende la naturaleza material; es un ser entre otros, inmerso en el universo. El hombre no sólo debe someterse al Estado o el Estado a las organizaciones internacionales; debe igualmente reconocer que los animales también tienen derechos; debe someterse a la Tierra Madre y, tal y como promueve la Nueva Era, reverenciar a Gaïa.
La ideología de la seguridad demográfica
Más que nunca las tesis maltusianas son reactivadas y son objeto de diversas presentaciones y de acentuaciones variables. Escondida bajo ropajes diferentes, reaparece la cantaleta maltusiana. El número excesivo de hombres es la primera causa de las desgracias que afectan a la humanidad.
Se debe entonces aumentar la ayuda asignada a los programas de control de la natalidad y reforzar, con el mismo objetivo, los poderes de las organizaciones internacionales, especialmente de la ONU y de sus agencias - así como de las ONG identificadas como de confianza.
Los temas maltusianos se entrelazan y dan origen a una ideología cientista caracterizada por la mono-causalidad. El parámetro demográfico es tan exaltado que se invoca tanto para iluminar el pasado como para legitimar programas de acción cada vez más voluntaristas, es decir, de hecho, impuestos a los individuos y a los Estados.
Hemos llamado a esta ideología la ideología de la seguridad demográfica, por analogía con la "doctrina de la seguridad nacional" 8, doctrina a la que apelaban la mayoría de los regímenes militares latinoamericanos en los años 60. Esta doctrina consideraba, uniéndose a teóricos norteamericanos y europeos, que el antagonismo dominante era el que oponía al Occidente liberal y democrático, con el Este totalitario y comunista. Era preciso poner un dique, es decir contener el brote que venía del Este.
Este antagonismo se traducía en una guerra total, que "justificaba" algunos regímenes de excepción. Esta ideología, de corte fascista, contaba con el miedo para imponer a algunas poblaciones ávidas de desarrollo y libertad, sacrificios no exentos de represión e incluso de violencia. La salvación de la Nación suponía en principio legitimar un poder concebido a la manera de Hobbes: poder "puro" que se expresaba mediante leyes que son la expresión de la voluntad del Leviatán. Los cuatro componentes que hemos analizado se integran en la ideología de la seguridad demográfica que, en la actualidad, reinterpreta el "antagonismo dominante" aplicándolo a las relaciones Norte-Sur, ricos y pobres. Según esta ideología, la mayor amenaza que podría cernirse sobre el Norte, es la que vendría del Sur, pobre pero mucho más poblado. De donde se desprende la necesidad imperiosa de poner freno al crecimiento demográfico del Sur sin escatimar en los medios. La formulación más cínica de esta ideología se encuentra en el Reporte Kissinger (1974) 9.
La nueva ideología cuenta a su vez también con el miedo que el Sur - se dice - debe inspirar. El programa de acción de nosotros los ricos, puede apelar a fundamentos sólidos, incluso "científicos', proporcionados por Malthus y por sus continuadores. Y en vista de que nuestra causa es "justa", estamos autorizados - dicen ellos - a recurrir a los instrumentas de acción de que dispone la ONU, e incluso a reforzarlos.
Análisis crítico de esta ideología
Causa consternación observar el crédito que algunos responsables de toma de decisiones políticas, otorgan ingenuamente a construcciones ideológicas carentes de toda pertinencia científica. Semejantes ayudas a la decisión sólo pueden conducir a catástrofes. Pasaremos revista nuevamente a los cuatro componentes, evocando lo que dicen de ellos estudios científicos de calidad indiscutible.
Primacía del capital humano
Fraguadas desde el siglo XIX, las tesis de Malthus fueron desmentidas por las investigaciones y las realizaciones, iniciadas en México, de Norman Borlaug, padre de la revolución verde en la India, lo que le valió ser premio Nobel de la Paz en 1970. Todas las hambrunas de la actualidad tienen su origen en guerras, ignorancia, malos gobiernos, corrupción, o también en disfunciones de los sistemas de distribución. Asimismo, Julian Simon, "nobelisable" muerto prematuramente, mostró que los recursos naturales estaban lejos de agotarse; el único recurso que corre el riesgo de faltar es el mismísimo hombre; sólo él tiene el poder de hacer de cualquier cosa un recurso y de un recurso, una riqueza. El hombre es el primer capital que se debe valorar.
Además, hay que hacer notar que, desde hace años, los demógrafos más respetados han llamado la atención sobre la caída generalizada de las tasas de crecimiento de la población y sobre la baja, a veces alarmante, de los índices de fecundidad. Estas tendencias ya se percibían desde hace unos treinta años; sin embargo, como contradicen la vulgata maltusiana, no fueron admitidas y reconocidas sino hasta hace poco por el FNUAP y las demás agencias de la ONU involucradas. Asimismo, lejos de sacar como conclusión la necesidad de cuestionar los programas de control, estas agencias toman como pretexto los aniversarios de las Conferencias del Cairo y de Pekín a fin de reclamar más recursos para el funesto "plan de acción".
Población y credibilidad nacional
Es preciso señalar aquí que el efectivo y la estructura por edad de la población son importantes para la afirmación de la soberanía de una nación en el contexto general de las relaciones internacionales. Es lo que enseña la historia y lo que la actualidad confirma cada día. Es cierto que el estado de la población de una nación no basta para su afirmación política, pero no se puede negar que es parte necesaria y ostensible de la misma. De este modo, a pesar de las diferencias ideológicas que las separan, ninguna gran nación puede darse el lujo de fomentar malas relaciones con China, ni, por otro lado, con la India10. La credibilidad internacional de los dos gigantes de América Latina, Brasil y México, está fuertemente hipotecada por su déficit demográfico.
El globalismo
Las diferentes concepciones del globalismo deben ser examinadas con mucha atención. Si globalismo significa que los hombres y los Estados son responsables los unos de los otros, si con esto nos referimos a un sentido más agudo de la solidaridad, no podemos más que alegrarnos. Sin embargo, junto con otros, Zbigniev Brzezinski abrió el camino para otra concepción del globalismo, según la cual, los Estados Unidos deberían asumir el liderazgo de un directorio de países ricos con el fin de evitar el caos mundial. Esta prevención del desorden debería incluir la "contención" de los países del Tercer Mundo y la repartición de las tareas según el espíritu de John Stuart Mill 11.
Aplicado a las relaciones entre Estados, ese globalismo significa un cuestionamiento radical de la soberanía de las Naciones. A este respecto, es extremadamente preocupante ver las instancias internacionales - sobre todo la ONU, pero también la Unión Europea - roer la autonomía de las Naciones soberanas a quienes sin embargo, deben su existencia y su legitimidad. En particular, mediante convenciones, las legislaciones nacionales son debilitadas, naciendo de este modo un nuevo derecho, que es utilizado particularmente para imponer a las naciones pobres "nuevos derechos" en materia de población l2. Vemos pues que ya no se honra a la subsidiariedad.
La familia
Habría que recordar aquí los efectos devastadores del individualismo desmedido al que conduce el neoliberalismo y la violencia resultante del mismo. Ahora bien, el contrapeso a esta desviación nos lo ofrecen algunos estudios recientes relacionados con familia.
Gary Becker recibió el premio Nobel de Economía en 1992 par haber mostrado el papel capital de la familia y de la educación en la sociedad 13. Es primordialmente en familia que se forma el "capital humano", el único que importa en definitiva, y que corre el riesgo de faltar. Es en la familia que se forma la personalidad del niño. Es ahí donde el niño aprende el sentido de la iniciativa, de la responsabilidad, de la solidaridad, etc. tantas cualidades altamente apreciadas en la sociedad.
En esta formación - agrega Cary Becker - el papel de la madre es esencial: es ella quien despierta estas cualidades y quien enseña al niño a estudiar, a ordenar sus cosas, a ser ahorrativo, etc. De ahí el valor específico de la actividad materna, que debería ser reconocida en, y por la sociedad. El niño no sólo es un bien para sus padres; es un bien para la sociedad. La actividad materna no es simplemente un bien "privado"; es un bien aportado a la sociedad. De ahí la necesidad de ofrecer a la mujer las condiciones de una decisión verdaderamente libre: ya sea consagrarse a la familia, ya sea optar por una profesión, o bien conciliar ambas.
Estas conclusiones son corroboradas a contrario por Claude Martin quien estudió "el post-divorcio". El divorcio aumenta el riesgo de marginalización, e incluso de exclusión, del cónyuge separado más vulnerable l4. El Estado-Providencia crea por sí mismo problemas que no puede resolver: adulando a los individuos, debilita la institución familiar que sería la primera en remediar las carencias del Estado-Providencia...
En pocas palabras, a la sociedad y al Estado les conviene sostener a la familia y ayudarla a educar bien a los niños que nacen en su seno.
Gestores responsables
Tanto en el medio ambiente en general como con los recursos que en él se encuentran: el hombre debe administrar el mundo natural de manera responsable. La responsabilidad de las agresiones contra el medio ambiente se encuentra tanto en hombres coma en compañías devorados par una rapacidad sin límites, como en el caso del Amazonas; o en quienes deforestan y desertifican porque no tienen acceso a otro tipo de combustibles; o en quienes para encontrar oro, matan la fauna acuática; o en quienes toman océanos y lagos coma desagües; o en quienes no quieren disciplinar su consumo, como en los países ricos; o en aquellos cuyas industries contaminan, como en los países del Este europeo. Es falso y deshonesto imputar a una "población excesiva" la responsabilidad de semejantes agresiones.
Impugnar: un derecho político esencial
Al final de este análisis crítico, se ve claramente que la ideología maltusiana, introyectada por varias publicaciones de agencias de la ONU, hace poco caso del hombre, de sus capacidades inventivas, de su libertad, de su sociabilidad. Según esa ideología, el hombre es objeto de determinismos inexorables, a los que se encuentra necesariamente sometido. Estos determinismos se observan en el crecimiento fatal de las penurias, en el carácter insuperable de las desigualdades naturales, en el servilismo irremediable del hombre a sus pasiones, por último en la imposibilidad para el hombre de librarse del anclaje que lo clava por entero al cosmos.
El drama es que, en la medida en que la ONU acogió esta ideología íntegramente materialista, con el determinismo que es su remate inevitable, la misma ONU corre el riesgo de sucumbir a la intolerancia y al dogmatismo.
Al poner en la trampa a sus miembros, la ONU acabó por caer en la trampa de su misma ideología. Erigiéndose en depositaria de la "verdad ideológica", ella debe necesariamente volverse intolerante, rechazar toda crítica, ignorar con exceso de soberbia el mentís de los hechos. De ahí su obsesión por el consenso en las reuniones internacionales y la ocultación sistemática de las reservas que emanan de medios "políticamente incorrectos". Si el colegio de las naciones miembros no retoma el control de esta organización, la ONU podría generalizar en el mundo el modelo chino: la producción de la riqueza humana sería planificada por tecnócratas ideológicamente "iluminados", de quienes estaría prohibido discutir los oráculos. Si la ONU quiere conservar su credibilidad, sólo podrá lograrlo liberándose de esta ideología mediocre, reaccionaria y paleo-imperial.
Desarrollo y libertad
Amartya Sen, premio Nobel de Economía en 1998, elaboró una obra que arroja nueva luz sobre la pobreza en general y las hambrunas en particular. Siguiendo caminos algo diferentes a los que tomaron Borlaug, Becker y Simon, el célebre economista de Cambridge mostró que la pobreza no tiene nada de fatal. Es el hombre el principal responsable de ello, no la naturaleza, y precisa: la pobreza debe medirse tomando en cuenta no sólo el ingreso sino también la escolaridad, la facilidad para acceder a la atención médica, a reformas agrarias y fiscales, etc. La pobreza es la consecuencia de malas gestiones económicas, es decir de malas decisiones tomadas por hombres: es la cara de un fracaso.
Ahora bien, para corregir esos errores y poner fin a esos fracasos, se necesita antes que nada un ambiente político favorable. Para empezar, es preciso que todos tengan derecho a la libertad de expresión; hay que poder criticar las malas medidas económicas ya que, ahí donde todos son instruidos y tienen derecho a la palabra crítica, los dirigentes que cometan errores y no los corrijan, serán reprobados en las siguientes elecciones.
Poniendo vigorosamente de relieve el papel del hombre, Amartya Sen muestra cuán estrecha es la relación entre la economía y la política; subraya en particular que las hambrunas se deben al hecho que quienes las padecen no tienen derechos; en particular no pueden expresarse para criticar el establishment.
La lectura que Amartya Sen hace de la hambruna puede ser extendida al conjunto de los parámetros que caracterizan a la pobreza y al desarrollo: ingreso, sí, pero también salud, escuela, esperanza de vida, etc. Será imposible luchar contra la pobreza, será imposible procurar desarrollo si no se reconocen los derechos de todos los hombres involucrados. Dicho de otro modo, no hay desarrollo sin democracia política, como no hay democracia "'sin libertad para censurar".
Si es así, queda confirmado que la tendencia al dogmatismo ideológico, que se constata a veces en la ONU, no puede tolerar el derecho que tienen los pobres a la palabra. Privados de palabra, privados de escuela, privados de salud - en una palabra - privados de libertad, los pobres no tienen su lugar en el gran banquete de la naturaleza. "La tentación de imponer un control obligatorio de los nacimientos, escribe Amartya Sen, aparece en el momento en que un gobierno tiene prioridades diferentes a las familias mismas" 15. Según ciertos textos de la ONU y de sus agencias, la prioridad es hacer que los pobres se traguen la poción ideológica, que la subscriban, en ningún caso que la discutan.
Si no fuese detenida, esta derivación, que no puede valerse de la Carta de San Francisco (1945) y que es francamente contraria a la Declaración de los Derechos Humanos (1948), desembocaría en un desastre económico y político del cual el "modelo chino" es sólo una lúgubre prefiguración.
El demógrafo de cara al poder
Al término de esta revista, se desprenden varias enseñanzas relativas a la población y a la demografía.
1. La ciencia demográfica ha dado y continúa dando servicios inestimables a la comunidad humana. Sin embargo, el responsable de la toma de decisiones políticas debe siempre tener en mente los límites inherentes a esta disciplina científica. Aún hechos en las mejores condiciones, los censos sólo dan estimaciones. En cuanto a las proyecciones y a las previsiones, tal y como se desprende de los resultados incluso de la ONU, deben ser tomadas con la mayor circunspección y son regularmente desaprobadas. No contamos con ningún método que nos permita decir con certeza lo que será el comportamiento reproductivo de las parejas en tal o cual sociedad.
2. Desde el inicio de este siglo, la ciencia de la población permitió estudiar la morbilidad y en particular delimitar mejor las enfermedades infecciosas; en ese sentido fue particularmente de gran ayuda para los servicios de migración. Con el perfeccionamiento de los servicios de estado civil, la demografía ofreció a las naciones un mejor conocimiento de su fuerza de trabajo y de sus capacidades. Frecuentemente, después de las guerras los gobiernos han promovido medidas natalistas.
3. Desde los años 60, los poderes públicos han sido cada vez más influenciados por la ideología maltusiana, divulgada ante todo desde los países anglo-sajones. Impregnados de esta ideología, y disponiendo de recursos cada vez más considerables, los Estados, vigorosamente incitados por las organizaciones internacionales públicas y privadas, intervinieron cada vez más abierta y directamente en la planificación autoritaria de las poblaciones. La India y China son los casos más conocidos, pero un intervensionismo parecido se observa en América Latina, en particular en México, y en África. La ideología maltusiana pretende "legitimar" campañas que persiguen como blanco preferencial - y "por su propio bien" – a poblaciones sin defensa. Numerosos testimonios dan fe de que estas poblaciones no están "completamente informadas" y que tampoco están en condiciones de dar un "consentimiento libre y aclarado" de las medidas anti-natalistas que se les prometen para "su beneficio". La ideología maltusiana está aquí al servicio del engaño, de la coerción o de la fuerza.
Exportada a los países en pleno desarrollo, se ha convertida en el arma más pérfida que utilizan los países ricos en la confrontación disimulada que han emprendido en contra del Tercer Mundo.
4. Las intervenciones cada vez más notorias de los poderes públicos en la dinámica demográfica, inducen transformaciones radicales en la sociedad política. En nombre de la ideología maltusiana, el comportamiento reproductivo de los ciudadanos y la célula familiar están cada vez más expuestos a la intrusión del Estado. Pero los Estados particulares están cada vez más expuestos a las presiones que vienen de la ONU, de sus agencias e incluso de la Unión Europea. La ayuda a los países del Tercer Mundo cada vez está más condicionada a la aceptación de programas maltusianos. La subsidiariedad ya no se respeta puesto que las parejas son cada vez más "administradas" en sus decisiones más intimas y que las Naciones ven corroída su soberanía en nombre del "estado se necesidad" creado por la, así llamada, "explosión demográfica".
5. El impacto producido por las metamorfosis del maltusianismo contrasta con el carácter precario de las bases científicas sobre las que él descansa. Este contraste dirige a la comunidad demográfica nacional y mundial un llamando a un examen de conciencia.
La mayoría de las grandes disciplinas científicas mantienen relaciones ambiguas con el poder. Algunas veces los gobernantes se valen de científicos para gobernar, otras, los científicos pretenden gobernar en virtud de su saber. De este modo los sabios oscilan a menudo entre servilismo y voluntad de poder. Algunos psiquiatras se pusieron al servicio del régimen soviético; algunos médicos biólogos quieren participar actualmente en el poder y administrar la vida humana en nombre de criterios "cualitativos" definidos por ellos mismos.
La ideología maltusiana ilustra de manera dramática los riesgos de relaciones ambiguas que algunos demógrafos mantienen con el establishment nacional e internacional. Consideremos simplemente lo que ocurre en las agencias de la ONU. Ellas tienen a su servicio a algunos demógrafos de los cuales algunos son a veces utilizados esencialmente para dar seudo-legitimación científica a los programas de control de la población.
Otros demógrafos, externos o no al aparato de la ONU, participan en el poder presentando su cientismo demográfico como la panacea de todos los males que padece la sociedad humana. De este modo se formó una tecnocracia internacional que está al servicio de los intereses de las grandes potencias. Esta tecnocracia maquilla sus intenciones vergonzosas bajo la máscara de una farsa demográfica totalmente insensible al mentís de los hechos. Se debe pues denunciar el abuso de poder científico, llevado a veces hasta la estafa, cometida por una fracción significativa de la comunidad demográfica.
Ningún demógrafo está a salvo de esta recuperación humillante. Evidentemente, podemos encontrar en todas partes a algunos demógrafos dispuestos a vender cualquier producto que responda a las conveniencias gubernamentales del momento, por ejemplo en materia de seguros de enfermedad, de seguro social, pensiones de retiro. Sin embargo por fortuna también existe en todos lados una comunidad demográfica que une su autoridad científica reconocida, con una integridad moral de valor irreprochable. Es a estos sabios, que conocen el precio de la libertad académica a quienes incumbe la tarea urgentísima de proteger a nuestras comunidades nacionales y a toda la comunidad humana de las metamorfosis del maltusianismo. Toca a ellos antes que nada, exigir a la ONU que entregue cuentas; toca a ellos desmitificar los "planes de acción" ampliamente fundados sobre una gigantesca baladronada ideológica. Si la mentira casa bien con la violencia, la justicia sólo podrá hacerse en la verdad.
México, D.F. marzo de 2001.
1. El texto completo del famoso Apólogo del Banquete de Malthus se encuentra en nuestra obra La dérive totalitaire du libéralisme, Paris, Éd. Mame, 1995, pp. 139 s.
2. Hemos consagrado dos obras a estas tesis y a su posteridad: La dérive totalitaire du libéralisme, citada con anterioridad, y El Evangelio frente al desorden mundial, Prólogo del Cardenal Ratzinger, México D.F., Ed. Diana, 2000.
3. Sobre la influencia de estas ideas en Francia, ver Anne CARO, Histoire del'eugénisme en France. Les médecins et la procréation. XIXe-XXe siècle, Paris, Éd. du Seuil, 1995.
4. Una perspectiva general sobre la acción de la ONU y de sus agencias se encuentra en Stanley P. JOHNSON, World Population and the United Nations. Challenge and Response, Cambridge University Press, 1987.
5. Analizamos estos problemas detalladamente en La face cachée de l'ONU, Paris, Éd. Le Sarment/Fayard, 2000; traducción en español a salir en 2001 por la Editorial Diana, México D.F.
6. Más detalles sobre las Conferencias que citaremos en nuestra obra Le crash démographique, publicado en Paris, Éd. Le Sarment/Fayard, 1999; cf. especialmente el capítulo V: "L'ONU et ses conférences concernant les Populations".
7. Ver Luc FERRY, Le nouvel ordre écologique, Paris, Éd. Grasset/Livre de Poche, 1998, cf. por ejemplo pp. 26-29.
8. Ver nuestras obras citadas más arriba: La dérive totalitaire du libéralisme, passim; y El Evangelio frente al desorden mundial.
9. Cf. The Life and Death of NSSM 200 (Kissinger Report), publicado por Stephen D. Mumford. Este libro puede ser solicitado al Center for Research on Population and Security, P.O. Box 13067, Research Triangle Park, North Carolina 27709, USA. El texto del Reporte se encuentra en las pp. 47-186.
10. Es lo que explica Gérard-François DUMONT, profesor de demografía de la Sorbona, en "Démographie et analyse stratégique", en Défense (Paris), n° 83, marzo 1999, pp. 76-80.
11. Sobre los aspectos económicos de la globalización, ver la sorprendente obra Mastering Global Business, London, Ed. Financial Times/Pittman Publishing, 1999.
12. El paso del control demográfico a los nuevos derechos es finamente analizado por Seamus GRIMES en "From Population control to 'reproductive rights': ideological influences in population policy", en Third World Quarterly, 19, 3, 1998, pp. 375-393.
13. Ver Gary S. BECKER, A Treatise on the Family, Cambridge, Massachusetts, Harvard University Press, Reedición 1994.
14. Esta es una de las principales tesis desarrolladas por Claude MARTIN en L'après divorce. Lien familial et vulnérabilité , Presses universitaires de Rennes, 1997.
15. Cf Amartya SEN, "Pas de bonne économie sans démocratie", en Le Monde, 28 octubre de 1998.
El Movimiento Cívico Militar Cóndor es un conjunto de hombres y mujeres que tienen por objetivo difundir el Pensamiento Nacional, realizar estudios Geopolíticos, Estratégicos y promover los valores de la Argentinidad.